En mi nuevo trabajo hay como 70 empleados, pero ni una sola mujer. Somos todos hombres, en general feos y mal afeitados como uno. Con los pocos que hablé cosas que no son de trabajo, traté temas de machos como los Rolling Stones y recuerdos precisos de mundiales anteriores. Aunque sospecho que las personas que no conocí (los camioneros reales) están más cerca del regatón y esas grasadas que de los Rolling Stones.
Me pasé al rubro de los camioneros porque somos los más porongas. Esto ocurre porque, si cualquier otro rubro hace huelga, a nadie le importa y el país sigue andando. En cambio, cuando paramos NOSOTROS, lo más machos, los chicos no pueden tomar la leche y se pudre todo (Excepto Guido Suller que toma la leche de su hijo Tomasito.)
Le estaba contando a un amigo dónde quedaba mi nuevo trabajo y me preguntó: “¿Antes o después del pirulo?” Yo no tenía ni idea a qué pirulo se refería (era uno similar al que describe Sabina en su canción de
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