jueves, 30 de diciembre de 2010

Del Día Que Le Mostré El Culo A Jesús Y Probe El Jamón Crudo Por Primera Vez

http://arampazzi.wordpress.com/2009/05/13/del-dia-que-le-mostre-el-culo-a-jesus-y-probe-el-jamon-crudo-por-primera-vez/



Por aquella época ni sabíamos que estábamos en la década del 30, y andábamos todos peludos, bardudos, mugrientos. No existían las peluquerías ni los cuchillos Tramontina, y encontrar una mina mayor de 13 años que no fuera toda peluda era nuestra única obsesión, además de juntarnos a escabiar vino. Vivíamos en Betsaida, cerca del Mar de Galilea.

Un día, viene un amigo y me dice:

- Che, loco, ¡hoy hay morfi y chupi gratis!

- ¿Dónde? – le pregunté.

- ¡Acá! – dijo, mientras se tocaba sus genitales.

Me decepcioné pero enseguida dijo:

- No, denserio, bolú. Hoy, en la montaña, habla un chabón que se llama Jesús, que dicen que es re-copado, y parece que van a dar de comer, y además van un montón de minitas.

Esa tarde me dirigí hacia la montaña junto a todos mis amigos, sin saber que estaba yendo al primer acto político de la historia, que con el tiempo se refinaría a cambio del “chori y la Coca”.

Al llegar, nos encontramos con más de 5.000 personas (como un Obras al palo) y el tal Jesús andaba sanando a todos. Curaba a los leprosos, a los rengos, les devolvía la vista a los ciegos, ¡era un show! Pero a mí mucho no me interesaba porque estaba interesado en el chupi y el morfi, aunque, al pasar por al lado de Jesús, le mostré el culo para que viese mis hemorroides y él las curó sin tocarme. Un capo ese Jesús. Una mina le pidió tener las tetas más grandes pero Jesús se negó argumentando que se ocupaba de la salud pero no de la estética, como las obras sociales sindicales.

Uno de los barbones que andaban con él, tenía a su lado una canasta con 5 panes y 2 pescados. Sospeché que eso era lo único que había, y me pegué a ese tipo para por lo menos poder comer un pan. Entonces oigo que el tipo le dice:

- Maestro, con esto nos vamos a cagar de hambre.

- Denlé de morfar a todos – dijo Jesús, y tomó un pan y lo partió, y ese pan se convirtió en otro, y ese en otro, y toda la gente comenzó a avanlazarse sobre los panes, y había miles de panes para todos. Después hizo lo mismo con el pescado, pero ni lo probé porque el pescado crudo debe ser algo horrible, a pesar de lo que digan los come-sushi.

Cuando ya se estaba yendo todo el mundo con la panza llena, y mis amigos y yo estábamos fichando si había alguna minita para encarar, veo que Jesús me llama aparte. El diálogo fue más o menos el siguiente:

- Te tengo que pedir un favor.

- Lo que usted mande, Maestro.

- Como testigo de este acontecimiento, te pido que lo difundas de alguna forma, en esta y en tus próximas vidas.

- ¿Cómo próxima vida? – le dije-. ¿No era que hay infierno y cielo? ¿Ahora resulta que yo me tengo que reencarnar?

- Es todo más complicado de lo que pensás – me dijo -. Hay distintos niveles evolutivos, y vos estás en un nivel muy bajo, donde te esperan más de 500 reencarnaciones antes de alcanzar el Paraíso junto a mi Padre. En el año 2009, en una de tus reencarnaciones, podrás escribir cosas que cualquiera persona en el mundo podrá leer desde sus casas ¡Escribe esta historia ahí!

- Está bien. Lo hago. Pero yo también te voy a pedir un favor.

- ¿Acaso no te curé ya las hemorroides?

- Sí, gracias, pero necesito algo para ponerle a este pan.

Al instante aparecieron dentro de mi pan dos fetas de jamón crudo exquisito. Y esa fue la primera vez que
probé el jamón crudo.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Perche non:)

Anónimo dijo...

leggere l'intero blog, pretty good