Si fuera un
periodista de rock, me correspondería escribir sobre lo bien que
sonaron los conciertos de Charly García en el Teatro Colón, la
buena acústica de ese teatro, los excelentes arreglos de cuerdas en
todas las canciones, la vibrante versión de Happy And Real junto
a Bernard Fowler, la puesta en escena, las notas que ¿faltaron?, la
voz de Charly (“esa navaja gris”), y el listado de temas,
que por primera vez en mucho tiempo no incluía esos que toca siempre
(Demoliendo Hoteles, Pecado Mortal, Cerca de la
Revolución, etc), y en cambio nos maravilló con viejas joyas rescatadas como Reloj de Plastina, Fax U, No Te Dejes Desanimar o temas de Pubis Angelical.
Revolución, etc), y en cambio nos maravilló con viejas joyas rescatadas como Reloj de Plastina, Fax U, No Te Dejes Desanimar o temas de Pubis Angelical.
(Si fuera un
periodista de chimentos, peor aún, contaría sobre todos los famosos
que había en la platea o los balcones del Colón, que incluían a
super héroes del rock, modelos de tetas recauchutadas, y políticos
derechosos.)
Pero no soy nada de
eso, soy un simple hombre que el mes que viene va a cumplir 42 años
y 25 años yendo a casi todos los recitales que dio Charly García
desde el 15/10/1988. Soy un hombre sensible a la música que disfruta
cada instante del show, golpea la pierna con la mano al ritmo de la
batería, cierra los ojos y se deja llevar por los climas musicales,
me paro y salto y aplaudo cuando corresponde, y me felicito a mí
mismo por haber mantenido este concepto de FIDELIDAD a la música de
Charly García en todos estos años, porque a la vez también sigo
siendo el mismo chico de 15 años que escuchaba magia en lugar de
música cuando ponía un cassette. Siempre que estoy en sus
recitales, mientras disfruto de la música, mientras veo a Charly
cada vez más viejo, me vienen a la memoria infinidad de recuerdos de
estos últimos 25 años, sobre todo de la gloriosa etapa saynomoreana
donde cualquier cosa podía pasar, y cualquier cosa pasaba, y he
visto algunos de los shows más increíbles de toda la historia del
rock'n'roll mundial.
Así que si estuviste
en el Colón sabrás de lo que estoy hablando, y si entraste acá
buscando información sobre el recital de Charly en el Colón lo
único que te puedo decir es que te perdiste un show emocionante y
excelente. Buscá reseñas periodísticas, o videos en Youtube, o
esperá el DVD, pero sabé también que nada se compara con haber
estado ahí, porque el tiempo pasa y, como dice Bruce Springsteen
sobre el final de su canción Días De Gloria:
Esta
noche me voy a emborrachar hasta reventar
Y
espero que cuando sea viejo
No
me siente por ahí a recordar eso
Aunque
probablemente lo haré
Sí,
sentarme intentando recobrar
Un
poco de la gloria perdida
Porque
el tiempo pasa
Y
no te deja nada, señor,
Salvo aburridas
historias deLos días de Gloria.
(Y un saludo especial a los 3 músicos chilenos que acompañan a Charly desde el 2002 y se las bancaron TODAS.)
No hay comentarios.:
Publicar un comentario