En la época de los
piratas, éstos solían obtener grandes riquezas de actividades
ilícitas como saquear barcos al grito de “¡Al abordaje!”
Supongamos que esas riquezas eran cofres llenos de monedas de oro,
que no podían andar acarreando por todas partes. Tampoco tenían
nadie de confianza para que guarde sus tesoros. Por eso solían
enterrarlos en alguna isla paradisíaca, haciendo un mapa para saber
el lugar exacto, por si tenían que volver a buscar más monedas para
irse de putas y escabio.
Los piratas actuales
no tienen que andar haciendo mapas porque, ya
sabemos, se inventó el
“secreto bancario” y pudieron guardar su dinero obtenido de
actividades ilícitas (narcotráfico, corrupción, evasión
impositiva, etc) en Suiza o en otras guaridas fiscales. Las escusas
de los piratas actuales para justificar estas situaciones son muy
graciosas.
En 1883, Robert Louis
Stevenson publicó un gran libro llamado “La Isla Del Tesoro”,
donde un chico, nuestro héroe Jim Hawkins, encontraba el mapa de uno
de esos piratas y, junto con otros adultos, decidían ir a buscar el
tesoro. Por supuesto, otros piratas también estaban en su búsqueda,
y eso generó aventuras espectaculares que alegraron mi niñez (y
seguramente me volverían a alegrar si las releyese ahora.)
En 2014, el técnico
informático Hervé Falciani entregó a las autoridades de Francia
una lista con 106.5000 cuentas secretas del Banco HSBC de Suiza.
Presuntamente la mayoría son de algunos de los piratas actuales. La
más grande es la de un argentino, pero hay 4.620 cuentas de
presuntos piratas argentinos. La AFIP pronto lo averiguará con un
simple chequeo: si esas cuentas no están incluídas en la
declaración jurada de Bienes Personales, son piratas. Si logran
meterlos presos y recuperar el dinero, me alegraré más que lo que me
alegraba al leer a Stevenson.
Los piratas de antes
daban mucho miedo porque, con tal de obtener tesoros, eran capaces de
matar a a la gente. Los piratas de ahora son mucho más dañinos
todavía, aunque algunos quizás no agredan a nadie físicamente y,
en lugar de irse de putas, vayan a Misa los domingos.
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