Dolina definía al
kirchnerismo más o menos así: los sueños de unos trasnochados en
una pizzería, hablando de las políticas que habría que aplicar
para mejorar este país, se hicieron realidad.
Axel Kicillof decía que
jamás se hubiese imaginado que iba a llegar a ser Ministro de
Economía porque pensaba que nunca un
Presidente iba a estar de
acuerdo con sus ideas. Es lógico. Axel tiene mi edad, y siempre
habíamos visto que los Ministros de Economía eran gente a favor de
los grandes intereses económicos y nunca a favor de los 40.000.000
de argentinos. Ahora, el nuevo, Dujovne, periodista militante del
neoliberalismo, puesto para preparar otro ajuste una vez que pasen
las elecciones, es como si Cristina hubiese puesto a un panelista de
678 en ese Ministerio. ¡Peor! El panelista de 678 seguro hubiese
trabajado pensando en mejorar la calidad de vida de los 40.000.000.
Durante el kirchnerismo
conocí a muchos chicos jóvenes (de entre 20 y 25 años) que estaban
convencidísimos del proyecto. Eran chicos sorprendentes, muy cultos,
lectores, muy estudiosos, honestos, que se estaban preparando para
ser los futuros dirigentes. Esos pibes vieron lo que se podía hacer,
los errores que se cometieron, y seguirán trabajando convencidos
para el día que volvamos a instalar el proyecto inclusivo. Lo mejor
fue saber que se puede incrementar los derechos de la gente. La
próxima vez va a ser mejor todavía.
2 comentarios:
Amén. Espero así sea.
Abrazo!
Tal vez no totalmente, pero estoy de acuerdo. Se le dio importancia a la ciencia.
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