lunes, 5 de enero de 2015

Del Griego αιμα Aima: ‘Sangre’ y ρειν rein: ‘Fluir’



Es triste ver como el paso de los años va cambiando los temas de conversación. Si antes con mis amigos hablábamos de fútbol, mujeres y polvos, ahora las conversaciones van mutando a fútbol, próstatas y chorros de meos traicioneros que siempre nos joden los calzoncillos.

Anoche, en “La Mesa de los Galanes”, éramos seis hombres, casi todos de 43 años o por ahí. Salió el tema de las hemorroides, la limpieza y las picaduras de culo. Fue asqueroso todo lo que tuve que oir, así que no sigas leyendo si estás en contra de la escatología.


H era él único al que lo habían operado, aunque alrededor de los 20 años. Habló de un rácimo de venas que le tuvieron que cortar, como 5 venas juntas que lo estaban matando. La anécdota es que en el postoperatorio vino a visitarlo T, que no es muy gracioso pero ese día estaba con todas las pilas, y lo hacía reír aunque eso le proporcionaba dolor.

M tiene una picazón constante. Hasta los 42 las hemorroides nunca lo habían visitado, pero ahora lo atacaron en forma de una picazón insportable. Tiene que parar de laburar para ir al baño a rascarse el culo. “La gente debe pensar que me rasco las bolas, pero en realidad me estoy rascando el culo.” “Me metería un cepillo si pudiera”, confesó, al mismo tiempo que está comenzando un apasionado romance con el bidet.

C tiene tremendos problemas con la higiene anal. Jamás caga en un lugar donde no haya bidet (por ejemplo en el trabajo), aunque ahora descubrió un método de llevarse una botellita de agua, que no entiendo bien cómo funciona aunque ya me lo viene contando desde hace meses. Al parecer se tira agua desde la botellita en el ojete, simulando un bidet. Para C, pasarse papel es como un “revoque grueso” que no sirve para nada.

J utiliza un método de prevención. Como tiene “hemorroides internas”, media hora antes de cagar, se mete una pomada lo más profundo que puede. Según él, eso hace que el sorete le salga lubricado, sin que se le rompa nada. “De lo contrario, se pueden romper esas venitas y tarda 2 semanas en curarse”. Su mujer lo vive cagando a pedos porque no limpia bien el bidet luego de usarlo.

Yo no conté mis experiencias porque hace años que no me molestan. La pomada que tengo se debe estar secando. Supongo que porque corro bastante, eso hace que los soretes salgan de una forma que no lastima. Me reconocí en el relato de M porque yo también tuve unas semanas donde me picaba constantemente. “¡No puede ser que siempre me pique el orto, la re-concha de la lora!” También me recuerdo una noche caminando en Madrid, después de casi 3 semanas de descontrol europeo. Me picaba tanto que sentía una necesidad ENORME de rascarme, pero Madrid estaba llenísimo de gente y no había forma de rascarse en ningún lado. Además, tenía el culo transpirado, lo que supongo que empeoraría la cosa. Entraba en baños y me aliviaba un poco, pero a los dos minutos ya volvía esa sensación insoportable. Recuerdo llegar al hostel medio lagrimeando.

Una vez escuché a un tipo que, en las mañana heladas de su pueblo, apoyaba el culo contra las vías del ferrocarril, y sentía un placer inmenso.

Hace unos años estaba intentando escribir una serie para televisión (llegué a escribir como 5 episodios.) Se me había ocurrido que podía hacer un capítulo que tratase sobre las hemorroides. No tenía bien claro qué iba a pasar pero sí el final: luego de una odisea, el protagonista encontraba un bidet, y se abrazaba al mismo llorando, mientras de fondo sonaba “Promesas sobre el bidet” de Charly García. Me imaginaba la canción entera, el tipo ahí abrazando el bidet, y millones de televidentes sintiéndose identificados y sorprendidos porque nunca habían visto algo así en ficción.


2 comentarios:

Anónimo dijo...

Acuerdo con vos en que hay una mutación pero es una variación sobre el mismo tema.
Las mujeres y el polvo serían el input del sistema digestivo masculino, y el output sería lo que se excreta como deshecho inútil para la salud viril. El verdadero tema es cómo se come más allá de lo que se come y los resultados serán magníficos o desastrosos.
A propósito no te parece que la sabiduría popular bastante aporta cuando llama al acto de excretar con el término "ir de cuerpo"?
Te felicito por la idea de la serie televisiva, yo creo que me hubiera conmovido bastante con esa imagen.
Gracias.

Anónimo dijo...

JAJAJAJA què manera de reirme con esto