Entre Junio del 2006 (cuando empezaba el Mundial de Alemania) y Diciembre del 2009 fui el Subsecretario Económico Financiero de la Universidad Nacional de Luján.
El trabajo me resultaba un poco estresante, pero a la vez me gustaba porque estaba rodeado de buena gente. Más allá de la gente de planta (con la que, en general, tuve buena onda), me gustaban el resto de los cargos políticos, porque en su mayoría tenían pasado zurdito (y conservaban los buenos valores) y eran gente honesta y trabajadora.
Cuando en diciembre del 2009 cambió el Rector, todos los que trabajaban conmigo pensaban que a mí me iban a conservar. Se basaban en que yo hacía una actividad técnica y no política (aunque tenía un cargo político) y, aunque nadie es imprescindible, había muchas cosas que yo sabía cómo hacer y a los que me reemplacen les iba a costar. O sea, la onda era: “Serían muy boludos si no te llaman”. Pero no me llamaron. Ni se me pasó por la cabeza ir a hablar con los nuevos para mendigar trabajo. Es más, uno de los últimos días, el nuevo Rector andaba saludando por todas las oficinas. Cuando llegó mi turno quise advertirle 3 o 4 puntos claves que me parecía necesario que escuche, ya que estaba seguro que no los sabía y le iban a generar muchos problemas. El nuevo Rector me cortó el rostro y se fue sin dejarme hablar, así que pensé: “Qué se joda”.
Así que el último día saludé a todos y se me terminó el trabajo que me proveía un 75% de mis ingresos. Como tenía otros trabajos que me permitían vivir, me dije: “Voy a descansar un poco”, me compré una Laptop copadísima, una mesita para poder escribir acostado, y me puse a escribir una biografía sobre Charly García que siempre había querido hacer (es un trabajo tan ambicioso que, si le meto mucho ritmo, me va a llevar años.)
En estos meses, varias veces me llegaron rumores que el nuevo Rector quería llamarme, pero una Decana re-electa no lo autorizaba porque no quería a nadie de la anterior gestión (si el rumor es verdad, el nuevo Rector no puede decidir ni siquiera eso.) A mí mucho no me importaba porque no estaba seguro de querer meterme otra vez en ese kilombo. Pensaba que si me llamaban solo volvería con determinadas condiciones de horarios, dinero y forma de trabajar. De lo contrario me quedaba en mi casa, que es un lugar muy divertido.
Hoy me reuní informalmente con gente de la Universidad (de la oposición) y me confirmaron que están sucediendo los problemas que yo había imaginado, lo que pasa es que yo pensé que se iban a dar cuenta en marzo o abril. Pensé que quizás pronto me van a llamar, lo cual me gustaría solo para ir a escucharlos y decirles que NO porque ya tengo un trabajo mucho mejor, el cual empecé la semana pasada. Igual, dejo la puerta abierta porque presiento que en los próximos meses va a haber muchos cambios en esa Universidad.
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