sábado, 11 de abril de 2015

El Lento Proceso De Cambio Respecto A Lo Que Pensamos De Los Libros



En mi última mudanza, en el 2011, metí en cajas de cartón y cajones de frutas todos mis libros, con el objeto de trasladarlos. Mientras lo hacía, mientras miraba cada uno al meterlo en la caja, pensaba con melancolía anticipada: “¿Qué será de todos estos libros dentro de 50 años? ¿Se conservarán bien o mis futuros nietos decidirán tirarlos, sin interesarse en ellos, sin ni siquiera ojearlos?” “¿Qué hacemos con toda esta mierda que tenía el abuelo?” “¡Tirala al carajo!” Esos pensamientos me resultaban muy molestos, ya que todos esos libros eran una parte de mí, me habían convertido en lo que yo era. La posibilidad de que los tiren era mi muerte definitiva.

Cuando una persona entra a mi casa yo hago una calificación interna: si al entrar van directo a mirar lomos de libros y manotean
alguno para leer la contratapa o hacen alguna pregunta, esas personas me caen simpáticas. Yo mismo, cuando veo en una librería algún libro que me gustó mucho, no puedo evitar pasar los dedos por su tapa como si fuera una caricia. Es una forma de agradecimiento por los emocionantes momentos que ese libro me hizo vivir. Quizás lo leí hace muchos años, pero la sensación, el gustito a felicidad, queda, y hay que restituírlo aunque sea con una simple caricia.

Sin embargo, casualmente desde mi última mudanza, me encontré con el formato electrónico (Epub) y comencé a leer casi todo en ese formato (incluso releí libros que tenía en papel). Esto me confirmó lo que ya sospecha: el amor al objeto físico libro no tenía mucho sentido, lo importante es el placer de la lectura, ya sea en papel o epub. Sumado a esto la cantidad de información que hoy tenemos disponibles (¡yo recuerdo la época donde nos costaba conseguir información!), estoy notando que, poco a poco, algo está cambiando.

Hace poco felicité por Twitter al autor de un libro que me pareció Excelente. Me agradeció y me preguntó cómo había llegado al libro (era un libro del 2003 que creo que hoy no se consigue en las librerías.) Le dije: “No te enojes, pero lo bajé de una página de Epub gratis”. Sé que es algo ilegal pero me parece mucho mejor leer que no leer. Por hacer esa ilegalidad descubrí que ese autor era un escritor genial.

Muchas personas nos jactábamos de nuestra biblioteca. Aunque sabíamos que no volveríamos la mayoría, algo nos tranquilizaba al saber a que ahí estaban, disponibles por si teníamos una curiosidad. Hoy estamos descubriendo (de a poco, a algunos les cuesta mucho) que el objeto físico libro están ocupando lugar, y quizás sería mejor regalárselos a alguien que los disfrute. Claro que no tiene mucho sentido donarlos todos juntos, el proceso debe ser el de elegir al posible lector para cada libro, a esa persona que sabemos que ese libro le va a fascinar. Así como esos libros nos cambiaron la vida (si el aletear de una mariposa provoca esos efectos, imaginate lo que produce que uno lea un libro), regalar los libros usados a las personas indicadas es un acto de justicia. Así que si alguien te regala un libro usado, ponete contento y leélo, porque seguro que esa persona te valora. Y si tus nietos tiran a la mierda todos tus libros... bueno... qué importa si ya estás muerto.

(Hace unos años, borracho en un bar de esos que están bien llenos, regalé a una chica “Los Siete Locos” de Roberto Arlt que justo tenía en el bolsillo de la campera. Ni me la levanté ni nunca más la vi, pero me gusta pensar que lo leyó y que un día me va a cruzar, me va a reconocer y me va a agradecer.)

3 comentarios:

Carlos Maurício Ardissone dijo...

Hola Ale, como te vas? me gustaria tener indicaciones tuyas de los nuevos escritores argentinos. Conozco bien a Martin Kohan que me encanta. Leí Ciencias Morales y Segundos Fuera. Hay algun otro autor que te guste? Abrazos.

Ale R dijo...

Hola Carlos. No son tan nuevos pero me gustan:

Hernán Casciari
Leo Oyola
Marcelo Figueras
Fabián Casas

Son todos que andan por los 40 y 50.
Googleá por ahí que vas a encontrar muchas cosas interesantes.

Abrazo!

Carlos Maurício Ardissone dijo...

Gracias Ale! Haré la busqueda!