martes, 23 de noviembre de 2010

Conchita


No entiendo como todavía no se hizo una película basada en los terribles asesinatos que cometió el odontólogo Barreda. Seguro que hay algún problema con el guión o los derechos. Una película así está condenada al éxito rotundo.

Si me la dejaran a mí, haría la primera película argentina en 3D. Le cambiaría muchas cosas del argumento, ya que magnificando algunos detalles y poniendo un final feliz obtendría mucho éxito. Por empezar, llamaría a la película CONCHITA, y haría que esa palabra se repita muchas veces durante la película.

La primera parte, sería una especie de obra de teatro, donde veríamos a las familiares de Barreda llamarle CONCHITA en cada una de sus frases, por ejemplo: “Vení a comer, CONCHITA”, “Pasame la ensalada, CONCHITA”, “Arreglá el botón del baño, CONCHITA”, y cada vez dijesen esa palabra veríamos un primer plano del odontólogo humillado, masticando rabia. Se busca que los asistentes al cine mastiquen con dureza el pochoclo, identificados con la injusticia de un padre de familia siendo vilipendiado de esa forma (además, la producción de la película debería tener un porcentaje de la venta de pochoclo.)

En la segunda parte, es la hora de ponerse los anteojitos 3D (el presupuesto argentino no nos da para toda una película en ese formato.) Acá veríamos al odontólogo disparar a mansalva a cada una de sus familiares que le digan CONCHITA. Cuando la suegra de Barreda entre en escena diciendo “¿Qué estás haciendo, CONCHITA?” y Barreda le pegue un balazo en la frente que haga que salga un chorro de sangre en 3D que parezca manchar a los espectadores, estos saltarán de alegría en sus butacas, tirarán sus pochoclos al aire, y gritarán: “AGUANTE CONCHITA”.

Para tener un final feliz, en la tercera y última parte veríamos el juicio. Un juez severo le diría a Barreda: “¿Por qué mató a su familia?” y Barreda contestaría seriamente: “Porque me decían CONCHITA” y el juez golpearía con mucha fuerza un martillo sobre su escritorio y gritaría: “INOCENTE!!!!!!!!!!!” y todos los espectadores nos pararíamos en nuestras butacas y nos abrazaríamos entre lágrimas.

Como la película sería políticamente incorrecta, al final debería aparecer un cartel que diga: “Lo que usted vio es ficción. Las violencia doméstica no es joda. Ante escenas parecidas denuncia sin miedo a la Asociación Argentina de Prevención contra la Violencia Familiar http://www.aapvf.com.ar/” De esta forma, cumpliremos con la doble función de divertirnos en el cine y apoyar causas justas.

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