martes, 14 de septiembre de 2010

"Amigo Te Doy Un Consejo Aunque Yo Consejos No Doy"

Si quieres quedar embarazada y no puedes, píntate la cara con sangre de tu tercer día de menstruación, da tres vueltas de carnero en el aire, y cae sobre una pija erecta. Si eres hombre elimina tu deseo porque nunca lo lograrás.

Si tu viejo es zapatero, zarpale la lata. Si tiene una cadena de zapaterías, prueba cosas más refinadas.

Busca a tu alma gemela entre las personas que gustan del disco Luzbelito de los Redondos. Pero si no te gusta ese disco, busca a tu alma gemela entre las personas que no les guste ese disco.

Aprende la letra de la canción Dios De Adolescencia de Invisible, y recítala al revés mientras tu dentista te pasa el torno. Si tu dentista no piensa que sos un pelotudo, el resto del mundo lo pensará, pero lo más probable es que tu dentista también lo piense.

Si no aguantas a tu pareja, sepárate de ella. Pero si no aguantas vivir sin ella, vuelve con ella y sabé que vas a ser infeliz el resto de tu vida.

Comparte las masitas en el jardín de infantes. Si eras gay o no-lujanero, dile “galletitas”.

Mira los atardeceres. Si en esa contemplación, te molestan los mocos, saca los bollitos verdes y déjalos en un lugar donde nadie te vea. Dios te comprenderá.

Cuando orines, no olvides asegurarte que las gotas finales hayan abandonado tus genitales antes de subirte tu ropa interior.

Busca amar con toda tus fuerzas a todo el mundo, incluso a tus enemigos. Si no lo logras, busca odiar a todos con la misma fuerza. Llegarás al mismo lugar porque todo es circular.

No pases los semáforos en rojo, aún cuando estés seguro que no viene nadie, ya que quizás te saquen una foto y te hagan una multa.

Acostúmbrate a percibir la energía que emite cada persona. No hagas nada con ella.

Si estás muy contracturado, haz que te hagan un masaje. Si es con “final feliz” mucho mejor.

Cambia tu punto de vista todos los días, pero siempre vuelve al primero. No te olvides de cambiar.

Adormécete enredado en los brazos de tu amor. Trata de no pedorrear en ese momento.

No olvides eructar cada vez que tomes Coca Cola. Pero si estás con gente con la cual no tenés tanta confianza, evita esos eructos.

Releé todos los días estos consejos, y así serás más boludo cada día.

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