El día que cumpla 39 años y 4 días voy a estar viendo al trío canadiense hiperpoderoso de rock RUSH. Allí estaremos miles de argentinos sin onda (y los que los siguen por todo el mundo), mientras que por esa época la gente con onda estará viendo a los Pixies, Rage Against The Machine, Green Day, o cualquiera de esas bandas que no llegan ni a los talones a Rush. De cada 100, 99 seremos hombres heterosexuales (así que no vamos a poder apoyar a nadie), de todas las edades, incomprendidos por el mundo, que estaremos hiper-felices en ese concierto, saltando y cantando desesperadamente, tanto que, cuando termine, los 3 Rush pensarán: “Fue el mejor público del mundo”, pero no nos dirán nada. Todos los marginados sociales, los malos para los deportes, los que realmente aman el rock, los feos, estaremos ahí.
Rush es
un grupo uncool porque los periodistas de rock así lo
decretaron. Rolling Stone y todas esas revistas que creen que tienen
que manejar la opinión rockera, siempre los ignoraron o se burlaron
de ellos. Sin embargo, Rush es uno de los grupos más vendedores de
discos de la historia del rock. ¿La razón? La calidad.
¿Por
qué será el mejor recital de Rush? Fácil: porque es en Argentina,
y acá pasa algo raro donde el público siempre quiere demostrar que
es el mejor público del mundo, y lo logra. Abundan los ejemplos y
Rush es el ejemplo JUSTO para volver a demostrarlo.
Podremos
ver, por fin, a Geddy, el bajista feo que canta como una rata metida
dentro de una licuadora; al EXCELENTE y creativo guitarrista Alex y,
por supuesto, al héroe de todos los tiempos Neil Peart, que además
de ser uno de los mejores bateristas humanamente posible, tiene una
historia conmovedora en sus espaldas, y es el que hace todas las
letras de Rush porque le encanta leer mucho desde que era chiquito y
siempre fue muy sensible.
En
agosto de 1997 se murió la hija de Neil Peart en un accidente de
coche, y seis meses después se murió su mujer de depresión. Neil
tomó entonces su moto y recorrió 90.000 kilómetros (al estilo
Forrest Gump pero en moto.) Nadie lo reconoció en ningún lugar. Sus
dos compañeros, no sabían si alguna vez iba a volver o no, pero lo
esperaron porque ni se imaginaban a Rush sin él. Recién volvieron
en el 2002, con una gira que llegó a Brasil, y de la cual dejo dos
videitos para que vean de lo que estoy hablando. Hoy Neil no viaja en
el avión particular de la banda (viaja en aviones de línea), no
participa de los Meet & Greets (van los otros dos), y
no le gusta sonreír ni hablar con los fans. No es un amargo (es un
tipo macanudo), lo que pasa es que no le gusta ser falso. Cuenta que
cuando era chiquito estaba enloquecido con los Who (especialmente con
Keith Moon, of course) pero nunca se le pasó por la cabeza ir a
molestarlos a su hotel. Le hubiese ido mal porque Moon estaría
destrozando todo el hotel en ese momento.
EL ESPÍRITU DE
Comienza el día con una voz amiga,
Una compañera discreta
Sonando la canción que es tan difícil de alcanzar
Y la música mágica hace que te pongas de buen humor en la mañana.
A tu manera, golpeó el camino abierto,
Hay magia en tus dedos
Para que el Espíritu nunca se detiene,
Sin demandar contacto en tu feliz soledad.
Ondas invisibles crujen con la vida
Antenas brillantes se erizan con la energía
Retroalimentación emocional en la longitud de onda atemporal
Teniendo un regalo que no tiene precio, casi libre
Toda esta maquinaria de hacer música moderna
Todavía puede ser de corazón abierto.
No tan fríamente trazado (ranqueado)
Es sólo una cuestión de tu honestidad, sí,
Tu honestidad.
A uno le gusta creer en la libertad de la música,
Pero los premios brillantes y un sinfín de compromisos
Rompen la ilusión de integridad.
Porque las palabras de las ganancias fueron escritas en la pared del estudio y de las salas de concierto
Y se hacen eco de los sonidos de los vendedores, de los vendedores, de los vendedores!
Una compañera discreta
Sonando la canción que es tan difícil de alcanzar
Y la música mágica hace que te pongas de buen humor en la mañana.
A tu manera, golpeó el camino abierto,
Hay magia en tus dedos
Para que el Espíritu nunca se detiene,
Sin demandar contacto en tu feliz soledad.
Ondas invisibles crujen con la vida
Antenas brillantes se erizan con la energía
Retroalimentación emocional en la longitud de onda atemporal
Teniendo un regalo que no tiene precio, casi libre
Toda esta maquinaria de hacer música moderna
Todavía puede ser de corazón abierto.
No tan fríamente trazado (ranqueado)
Es sólo una cuestión de tu honestidad, sí,
Tu honestidad.
A uno le gusta creer en la libertad de la música,
Pero los premios brillantes y un sinfín de compromisos
Rompen la ilusión de integridad.
Porque las palabras de las ganancias fueron escritas en la pared del estudio y de las salas de concierto
Y se hacen eco de los sonidos de los vendedores, de los vendedores, de los vendedores!
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