martes, 4 de enero de 2011

La Banda De La Stella Artois Responde Cómo Terminar Con Una Relación Absorbente


Vengo de tomarme dos birrelis con La Banda De La Stella Artois. Fui a consultarlos por el caso de un amigo, que tiene una relación muy absorbente con su novia. El caso es el siguiente:

Como pasan mucho tiempo juntos, no se soportan, pero a la vez no pueden vivir separados. Hace unos meses, mi amigo fue abandonado por su novia, y se sumergió en un mar de llantos e intentos desesperados por reconquistarla, que incluyeron amenazas de suicidio con argumentos del tipo “mi vida no tiene sentido sin vos”. Luego de un tiempo volvieron, para retornar la misma relación absorbente que tenían antes. Al poco tiempo, fue mi amigo el que dejó a su novia, excusándose en que ya no la aguantaba más. Entonces, la novia se sumergió en llantos y amenazas de suicidio
, hasta que logró retomar la relación, que volvió al mismo punto del principio, o sea que siguen estando juntos pero odiándose porque no se aguantan. Contesten ustedes, Banda De La Stella Artois, qué debe hacer mi amigo para salir de ese círculo vicioso que le da más penas que alegrías.

- Vos sí que gastás la guita al pedo. Nunca oí una pregunta más fácil – contestó uno mientras le daba un trago largo a la Stella, que ya había pasado toda la ronda, y luego eructaba.

- Bueno, loco, también me gusta compartir birra con ustedes, y además me da material para mi blog.

- Mirá, lo primero que tenés que saber, es que “mi vida no tiene sentido sin vos” es una frase mentirosa. El sentimiento real, en ambos casos, es “no soporto ser rechazado por vos”. Evidentemente, esta pareja ya no quiere estar junta, pero se da el caso (más normal de lo que se cree) que ninguno soporta ser rechazado y, como en el fondo no quieren lastimarse, están condenados a repetir toda la vida ese circuito, a menos que…

- ¿A menos qué? – pregunté porque se tildó.

- A menos que pagues otra birra, porque esta ya se acabó, y ahí te contestamos.

Tomé el envase y fui hasta el almacén. Por suerte, tenían Stella helada. Gotitas de humedad se desprendían de su cuerpo verde, mientras la Banda la destapaba con un encendedor y la consulta continuaba.

- ¿A menos qué?

- A menos que tu amigo sea inteligente y logre ser rechazado por su novia.

- ¿Cómo es eso?

- Es fácil, si tu amigo la deja, su novia siempre va a sentirse rechazada y no se lo va a bancar. En cambio, si tu amigo consigue que su novia lo deje, la pareja se termina para siempre, y ambos salen ganando.

- ¿Pero mi amigo no se va a sentir rechazado?

- No, porque él es el que buscó que lo abandonen. Será libre (sabemos quién es tu amigo y que tiene otra), y le hará creer a su (ex) novia que ella fue la abandonadora, dejándole un buen argumento para justificarse ante sus amigas (“no es que yo soy inaguantable, lo tuve que dejar YO”)

- ¿Y cómo hace para que ella lo deje?

- Es fácil porque su novia ya quiere dejarlo. Tiene que simplemente intensificar los motivos que hacen que se vivan peleando. En el caso de tu amigo (que repito, sabemos quién es porque nosotros sabemos todo), debe duplicar los partidos de fútbol que mira (si es necesario, recurriendo a partidos de otras décadas), intentar acabar más rápido todavía (sabemos que tiene un problema de eyaculación precoz, pero debe aumentarlo), corregirla cada vez dice un furcio, hablar pestes de la familia de la mina, no gastar ni un solo peso en ella (eso no le va a costar porque ya lo viene haciendo), y criticarla porque su culo está perdiendo esa formita de manzana con la que otrora lo conquistó. Al poco tiempo, su novia dirá: “Ya no aguanto más, lo intentamos mil veces y nunca pudimos resolverlo”, entonces tu amigo deberá poner cara de compungido, e irse para siempre.

- Decile que trate de buscarse otra que tenga diferentes características – me dijo otro de los miembros de la banda -, porque es muy normal en los hombres mediocres buscar parejas de características similares, para volver una y otra vez a las mismas peleas pero con diferentes mujeres.

- Che, cambiando de tema, viste que la Bolsa alcanzó un nuevo récord. ¿Qué hago? ¿Vendo las Tenaris? - pregunté aprovechando que quedaba un culito de la Stella.

- Vendelas de 20 en 20, cuando lleguen a $ 100, cada vez que suban un peso.

- ¿Y qué hago con la guita? ¿Cuál compro?

- Invitanos al cabaret, pelotudo.

1 comentario:

Paula dijo...

Páh, lo unico q nos une a los enfermos conformistas es el buen coger