Recuerdo centenas (sí, centenas) de lunes donde uno disimulaba que trabajaba, porque su jefe lo estaba mirando, mientras sentía una terrible molestia en la nuca, que no era producida por la mirada del jefe sino por un pájaro-carpintero-invisible que taladraba sin parar. Cuando el jefe (que nunca hacía nada porque uno era el gil que trabajaba) se iba, uno apoyaba la frente contra el escritorio, y el pájaro-carpintero-invisible parecía bajar la intensidad de sus picaduras de nuca. Un placercito recorría entonces el cuerpo,
aunque no era suficiente. Los ojos dolían; el tubo que tenemos por el medio acusaba recibo de tanto alcohol y tanto humo, y parecía arder (solo se calmaba con vasos de agua fría aunque fuese pleno invierno); el estómago sentía asco ante la idea de comida; los brazos, débiles, pesaban más; la conciencia emitía un poco culpa porque seguramente uno había hablado de más en ese fin de semana (o lo habían echado de algún bar y no se acordaba por qué, aunque seguro que los patovicas tenían razón.) ¿La caca? Sin la consistencia normal. Era el precio de la fiesta. Los lunes, uno pensaba que se estaba yendo de mambo, que tenía que parar un poco, que debía cambiar su vida. No obstante lo cual, los martes uno ya se sentía mejor y no veía la hora que llegue el viernes para descontrolar nuevamente.Sí, fui un joven muy pelotudo que se desesperaba por la llegada de los fines de semana. Tenía todos mis jugadores, sí, y eran buenos, pero tenía un mal técnico que los mandaba a cabecear a todos a la vez, pero no reservaba a ninguno para patear el centro. Sabía que me faltaba eso, pero yo siempre quise hacer sombreritos en el área chica. Ahora no me desespero tanto por los fines de semana porque esos días no opera el Merval y extraño esa adrenalina.
La sensación de los domingos, el día anterior, fue descripta mucho mejor por Ivan Noble, en la letra del tema 1 del disco 1 de Los Caballeros De La Quema, Domingo Muerto, de 1993.
Te acostaste solo
Como siempre, solo
Nada que acariciar.
Y te tomaste todo
Como siempre, todo
Resaca y cross de termidor.
Te patotea el sol en la persiana y te querés morir
Con ese gusto a cal en la boca
Y no te podés dormir...
Como siempre, solo
Nada que acariciar.
Y te tomaste todo
Como siempre, todo
Resaca y cross de termidor.
Te patotea el sol en la persiana y te querés morir
Con ese gusto a cal en la boca
Y no te podés dormir...
Tus parientes con la baba muerta colgando
Pegados del televisor
La vieja llama a comer los fideos y vos,
Y vos vomitando el bidet...
Otro domingo muerto en la ciudad
Aburrimiento para convidar.
Volvés a tu cuarto y llamás a tu novia
Te atiende el contestador
Prendés la radio y Boca es un desastre,
2 a 2 con Mandiyú...
Salís a la calle a buscar un amigo
Todos tienen otro plan
Y terminás abrazado a una Quilmes,
El lunes te empieza a clavar el arpón.
Otro domingo muerto en la ciudad
Aburrimiento para convidar.
http://www.youtube.com/watch?v=tkrRFYDifmMAburrimiento para convidar.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario