jueves, 3 de marzo de 2011

Los Iluminados


(Pedí permiso para publicar esto y me dejaron!!!!)

A mediados de la década del 90, recibí por correo una extraña invitación para concurrir, un jueves a la noche, a una reunión a una casa en el barrio Caballito. Por curiosidad, decidí asistir y lo que encontré allí me asombró. Desde esa fecha, recibo una invitación similar una vez por mes (ahora por mail), y no me pierdo una reunión ni loco. Me apasiona ir a esa casa.

Voy a ir al grano y tratar de explicar esto lo más claro posible, ya que es medio complicado. La casa está integrada por un grupo de gente que se llaman así mismos “Los Iluminados”. Hay casas similares en casi todas grandes ciudades del mundo, y están conectadas entre ellas. Al parecer, están planeando una “Revolución de Amor”,
algo relacionado con la “Era de Acuario”. Dicha Revolución, de triunfar, haría un mundo mucho mejor. Creo que el plan incluye tomar el poder mundial, hacer un solo país, y gobernar en base al Amor en lugar de en base al dinero (pero no estoy seguro porque no me cuentan nada de eso.)

“Los Iluminados” son en su mayoría mujeres, y no parece haber ningún líder. Son gente que ha logrado la Iluminación. Esto significa que alcanzaron un nivel de Amor del 100%, que les permite observar el mundo de otra manera, ya que creen que todos los seres vivientes son uno solo. Cuando hablo de Amor, hablo de un Amor ilimitado e infinito hacia todo el mundo, incluyendo a los insectos y… cagensé de risa… a los gérmenes. Vibran a un nivel muy distinto al nuestro, y pueden percibir las necesidades de cada ser humano, las cuales intentan satisfacer de inmediato. Por ejemplo, cada vez que llego a esa casa, me hacen sacar las zapatillas y me dan masajes en los pies. Yo nunca se los pido, se dan cuenta solos que esa es mi necesidad. Y ninguno se queja si tengo olor  a pata o no me corté las uñas. Me aman, como a todos los seres.

La observación de “Los Iluminados” hace que me ría de toda la gente que conozco que se cree que es buena porque quieren y ayudan a sus amigos, a sus familiares y a su perro. El nivel de Amor de “Los Iluminados” es infinitamente superior. Y cuando digo infinito me refiero a infinito. 

Nunca entendí bien para qué me llaman. Al principio, creí que era para instruirme y que yo pueda iluminarme también. Pero no, nada que ver. Me explicaron que la iluminación no se logra con instrucción, sino que es un camino particular que cada uno debe descubrir, y que no es el mismo camino para todos. De hecho, me explicaron que el hecho de observarlos no me iba a ayudar ni siquiera un poquito, que yo tenía las mismas posibilidades de iluminarme que cualquier persona. Como son muy chistosos, me dijeron que, por el camino que iba, si me quería iluminar iba a tener más éxito robándome un arbolito de navidad.

Responden casi todas mis preguntas, incluso las que no me doy cuenta de preguntar, pero las preguntas muy específicas (por ejemplo acerca del plan de la “Revolución de Amor”) son respondidas con sonrisas pícaras y frases del estilo “no estás preparado para escuchar eso”. Nunca me dieron ganas de agarrarlos del cogote y decirles: “¡Hijo de puta! Decime qué carajo pasa acá” porque el nivel de Amor y buena onda que se respira ahí me lo impide. Después de más de quince años de asistir con regularidad, sospecho que me usan como “conejillo de indias”, es decir, que necesitan gente no-iluminada para charlar con ellos y ver sus reacciones ante distintos estímulos. Supongo que será parte del plan. Lo que no sé es por qué me habrán elegido a mí.

A veces me resulta rarísimo. Por ejemplo, hace unos meses, me metieron en un cuarto, con dos mujeres, y me hicieron escuchar discos que a mí me gustan, y me preguntaron qué me parecían. Creo que estaban midiendo el momento en que yo me iba a sentir cómodo (yo con Deep Purple de fondo me pongo cómodo enseguida.)

Lo que quería contar respecto a esto, es algo que me pasó hace mucho, a fines de la década del 90’. Un día, una vieja me dijo que si quería seguir yendo a la casa, debía leer 108 libros que me entregaron en ese momento. Eran libros de los que se denominan de “autoayuda”. Me dijeron que, cuando termine de leerlos, vuelva a la casa sin esperar invitación, pero que no vuelva hasta que termine de leerlos. Había muchos libros de control mental, del poder de la mente, algunos escritos por ex hippies drogadictos, y muchos libros de religiones y técnicas orientales y de gurúes y filósofos. 

Al día siguiente comencé la lectura, y cuando iba por el libro 34 me aburrí y me dije: “Mah sí, hojeo un poco los restantes y vuelvo a la casa, total todos dicen más o menos lo mismo”. Pero al volver a la casa, no me dejaron ni pasar, porque sabían que no los había leído. Me dijeron “No nos mientas nunca más. Volvé cuando hayas terminado de leer los 108”.

Así que estuve un año sin ir, hasta que pude leer todos esos libros. Quedé con la cabeza hecha mierda y, cuando terminé, releí el Quijote para desintoxicarme un poco.

El día que regresé a la casa, me hicieron pasar a un salón, donde unos veinte “iluminados” estaban sentados en ronda en el piso. Todos me sonreían y me pidieron que les dijese que había sacado en limpio de esa lectura. Les dije:

- Me parece que todos esos libros dicen más o menos lo mismo. Básicamente, desde que Jesús dijo “Pidan en mi nombre y se os dará”, o cosas como “Quien tiene fe en mí podrá lograr lo que yo hago” (no importan la literalidad porque quién sabe quién tradujo esas frases), el resto de los libros dice lo mismo, hablan de la Fe, y que teniendo Fe se puede lograr cualquier cosa.

- ¿Y vos qué opinás? ¿Es verdad eso de la Fe o es puro chamuyo?

- Debe ser verdad. Al menos esos libros están llenos de historias de gente que logró cosas increíbles por tener Fe y actitud positiva.

- ¿Y los que no logran sus objetivos?

- Je, siempre se puede decir “No tuvo suficiente fe”. Esto me hace acordar a cuando Fidel Castro muestra los logros de la Revolución Cubana y tapa sus fracasos diciendo: “Si logramos todo esto bloqueados, imagínense lo que hubiésemos logrado si no estuviéramos bloqueados”.

- ¿Cuáles son tus sueños?

- Y… qué sé yo… tener una linda casita, un autito, una mujer que me quiera.

- ¿Y te parece bien?

- Creo que sí, por los menos son sueños que no le hacen mal a nadie.

- ¿Te parece que si tenés Fe podés lograr eso?

- Supongo que sí. No es tan difícil. Además, como dijo Pascal, que creía en Dios porque, si no existía, haber creído no le iba a hacer mal. Supongo que es mejor tener Fe que dudas. 

- Ja, siempre y cuando no sea que Dios solo ayuda a los que creen en él por Fe y no por deducciones lógicas. Pero es así. Si tenés Fe podés lograr lo que quieras. También podés lograr tener mil mansiones y mil mujeres de ojetes turgentes, si eso es lo que querés. Pero…

- ¿Pero qué?

- Tenés que cuidar tus deseos, porque éstos siempre se cumplen, y si no son deseos provenientes del verdadero Amor, luego se te ponen en contra.

- Pero mi deseo es de Amor. Dije: “una mujer que me quiera”.

- Sí, de Amor a vos mismo, una baja forma de Amor, el Amor del que se quiere más a sí mismo que a los demás. Eso no es Amor, es ego. No está mal que tengas esos deseos, solo te aclaramos que la felicidad absoluta se logra amando y ayudando a los demás de manera desinteresada. Y todos esos libros que te hicimos leer sirven a cierta gente que necesita ayuda para cumplir sus sueñitos, pero es solo una primera etapa del lugar adónde cada ser humano debe llegar. Y pueden hacerle mal a cierta gente que tiene malas intenciones.

No sé por qué me hicieron esto. Pero la charla quedó en mi subconsciente todos estos años. Si ni siquiera puedo tener Fe para cumplir los sueños de mi ego… ¡mirá que voy a amar a todo el mundo!  Si casi todos me parecen boludos.

La gente a la que le cuento esto me dice que no vaya más, que eso es una secta, y que un día me van a “romper el culo”. Pero yo estoy seguro que no es una secta ni tienen malas intenciones. “Los Iluminados” son re-copados, y espero que pongan en marcha su Revolución lo antes posible.

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