viernes, 3 de julio de 2015

Arquímedes Puccio Le Hacía Bullyng a Enrique Sdrech



Rodolfo Palacios (@elfitopalacios) es el gran escritor argentino sobre "EL HAMPA". Yo leí todos sus libros porque me encanta como escribe, pero además tiene una particularidad: entrevista a los delincuentes (muchas veces ganándose su confianza) y luego escribe las historias sin tomar partido. Con este método logra libros grandiosos.

Su mayor logro es "Sin armas ni rencores", donde cuenta la historia del asalto al Banco Río en Enero del 2006. En este caso, no es tanto mérito de él, sino que tenía entre manos una de las HISTORIAS MÁS INCREÍBLES DE TODOS LOS TIEMPOS (solo comparable a Viven! (El Milagro de los Andes) y a la historia de los Beatles.)


Otros de sus libros son CONCHITA (sobre el caso Barreda) y el Ángel Negro (sobre Robledo Puch). En ambos casos logra retratos apasionantes sobre estos asesinos, por involucrarse y conocerlos en su vida privada (además de contar las historias de sus crímenes.)

Mientras leía los libros anteriores, me preguntaba cómo no había escrito uno sobre el Clan Puccio, la familia de secuestraba a gente conocida de ellos y luego no tenía otra alternativa que matarlos. En Agosto se estrena una película (protagonizada por Guillermo Francella sobre ese caso) y en Junio del 2015 salió la versión libro por Rodolfo Palacios.

De más está decir que es muy bueno y recomendable, pero solo voy a transferir un párrafo que me causó impresión, de una entrevista que le hace a Arquímedes Puccio, el padre de la familia secuestradora.

"- Los periodistas policiales me deberían limpiar los zapatos. Uno que me mataba siempre era Enrique Sdrech. Lo tienen como un prócer de periodistas policiales, pero a mí me cagó la vida. Dijo barbaridades sobre mi persona. Incluso desautorizó a en una entrevista a mi abogado Pedro Bianchi, que clamó mi inocencia a los cuatro vientos. (...) ¿Saben por qué hacía todo eso Sdrech? Porque me odiaba. De pibitos fuimos a la misma escuela. Andaba con medias, zapatillas y pantaloncitos Carlitos. Tomaba la merienda, todo pulcro, con la viandita, me parece verlo. Yo lo cagaba a patadas. Y seguro le quedó el trauma al pobre. Le gustaba hablar de las leyendas del crimen."


1 comentario:

Leandro dijo...

¡La puta madre! Otra vez me hacés leer libros nuevos.