sábado, 4 de junio de 2016

La Camiseta Azul Con La Que La Selección Argentina Jugó Contra Inglaterra En El Mundial 86



Extraído del libro: "México 86. Mi Mundial. Mi Verdad. Así Ganamos La Copa" de Diego Armando Maradona:




Para un partido especial, una camiseta muy especial  Le Coq Sportif había hecho una camiseta titular linda, muy linda. Con agujeritos y todo, ideal para el calor terrible que hacía en México, sobre todo para ese insoportable horario del mediodía. Pero se habrán olvidado de que algún partido teníamos que jugar con la camiseta alternativa y mucha bola no le dieron a eso, me parece. Cuando jugamos contra
Uruguay, en Puebla, se largó a llover y la azul que nos habían dado pesaba más que un pulóver mojado. Cuando se supo que contra Inglaterra nos tocaba a nosotros ir con la alternativa, porque ellos iban a jugar con la blanca, nos entró la desesperación a todos: ¿con el sol del mediodía y la altura del DF vamos a jugar de pulóver? ¿¡Y contra Inglaterra!? ¡¡¡Ni en pedooo!!!

  Le pedimos a la marca que nos hiciera una azul con agujeritos, como la titular, pero nos dijeron que no había tiempo, que no llegaban. Bilardo las empezó a agujerear con una tijera, una locura…

  Entonces, allá salió el pobre Rubén Moschella, el empleado administrativo de la AFA, que resolvía todo. Él me había conseguido la lista con los números de teléfono, de donde pudo sacar los gastos de Passarella, ¿cómo no iba a conseguir un juego de camisetas azules? Je, ahora parece un chiste, pero en ese momento era un drama. Y la verdad es que ahora también parece un chiste para un plantel profesional: ¿alguien se imagina a un seleccionado de hoy, en un Mundial, buscando camisetas alternativas por los barrios de la ciudad, como si las estuvieran buscando en Once, en Buenos Aires? Bueno, así fue.

  Cuarenta negocios recorrió Moschella. Cuarenta. Algunos dicen que fue al de Zelada, que tenía una casa de deportes, pero ni Zelada se acuerda. La única verdad es que Moschella encontró dos variantes de camisetas, en un par de esas tiendas. Pero ninguna tenía los agujeritos de la original, ese era un diseño especial. Las dejó reservadas en los dos y tomó la precaución de ir antes a la concentración con los dos modelos, para consultar cuál comprar. ¡Podría haber comprado dos juegos de las dos, pero así se cuidaba el mango en aquella época!

  La cosa es que ahí estaban, con los dos modelos, mirando cuál elegir, un día antes del partido. Me preguntaron a mí y no dudé ni un segundo. Marqué una con el dedo y les dije: “Esta. Con esta le ganamos a Inglaterra".

A “esta”, eso sí, le faltaban el escudo y los números, pequeño detalle. El escudo lo bordaron dos costureras del América. Lo hicieron bastante bien, pero se ve que se durmieron, porque se olvidaron de poner los laureles.

  Y los números, lo de los números fue una joda… Cuando salimos a la cancha, algunos todavía teníamos brillantina en la cara. Y el Negro Tito Benrós, el genio de los utileros, ni les cuento. ¡Estaba más para el carnaval de Gualeguaychú que para el Azteca, después de estampar 38 camisetas a pura plancha! Es que los números los hicimos plateados, con brillantina. Si se largaba a llover, como en el partido contra Uruguay, se armaba un quilombo bárbaro, no íbamos a saber ni quiénes éramos ni de qué jugábamos…

  Así, con brillantina en la cara y en las manos, nos fuimos a dormir como a las once de la noche. Y el partido se jugaba al otro día, tempranísimo
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1 comentario:

Frodo dijo...

¡Qué buen extracto!
Increíble, esas historias las espero de los clubes del ascenso, pero de la selección es algo tan alocado (y a la vez romántico) como el Diego mismo


Abrazo!