viernes, 27 de mayo de 2016

El Hilo Rojo de Érika Halvorsen



Leí “El Hilo Rojo” de Érika Halvorsen, editado este año (2016) y del cual se hizo una película que todavía no vi.

La historia va de un hombre y una mujer que tuvieron excelente sexo casual en un aeropuerto. Cinco años después (con ese polvo repiqueteando casi constantemente en sus cerebros), con sus vidas más encaminadas (ambos tienen hermosas familias) se vuelven a encontrar “casualmente”.


Aunque el libro está contado desde ambas perspectivas (primeras personas tanta de la mujer Abril como del hombre Antón) no recomendaría leer este libro a los hombres. Si bien la narración de Antón se esfuerza por acercarse a cómo hablan los hombres realmente (utiliza expresiones como “se me paró la pija” o “le hice el orto”) hay algo que no termina de cerrar en la versión masculina de la historia. Supongo que cuando los hombres queremos escribir desde la perspectiva femenina cometemos los mismos errores: creemos acercarnos pero hay algo que falta, aquello inexplicable e inentendible. Y aunque todos reconocemos que los hombres somos más básicos, en este libro a la perspectiva masculina le falta algo. Igual el libro es bastante corto y tolerable.

Por momentos me recordó a “Los Puentes De Madison”, que cuando lo leí lo odié porque me pareció dedicado a una mujer de vida aburrida, que está disconforme con la misma pero a la vez no se puede quejar porque eso era lo que había deseado, a la que de repente se le aparece una oportunidad de cambio. Es una historia muy parecida, contada 20 años después. Quizás las mujeres que están felizmente casadas pero un rincón oscuro de sus cerebros les pide cambiar, puedan llegar a disfrutar más que yo de este tipo de historias. Parecen dedicadas a mujeres que sueñan con tener una aventura sexual pero no se animan, entonces la tienen mediante la lectura de un libro. Literatura pajera, le digo yo.


El otro punto que plantea el libro es ese, visto desde ambos sexos: tengo un matrimonio feliz -casi perfecto- pero se cruza algo mejor. ¿Qué hago? Tiene que ver también con el cuestionamiento que todos se hacen en la vida: “¿Estoy disfrutando plenamente la vida? ¿Podría mejorarla? Mi muerte es inevitable por eso tengo que aprovechar la vida al máximo”. Son esas preguntas que nos hacen tener altibajos pero que muchas veces resultan necesarias para poder seguir viviendo. Mi respuesta particular a ese tipo de preguntas es que hay que ir a fondo solo si no dañas a nadie. Tenés que tratar de vivir a pleno tu vida sin mentir, sin engañar a nadie (que incluye a tu pareja), sin robar (que incluye desde la evasión impositiva hasta el pungeo de celulares), sin suicidarte. Así es obvio que sí. En “El Hilo Rojo” se presenta la oportunidad (sexo mucho mejor en gente que ya tiene buen sexo) pero a costa de engañar a sus parejas. Hay gente que tiene eso naturalizado, siendo capaz de engañar sin sentir culpa. Pero esto se da porque son gente básica a las que su egoísmo no les permite ver el daño que producen. ¿Vos que harías?

1 comentario:

Frodo dijo...

Principalmente, luego de leer esta nota, no leer el libro.
La película, viendo quiénes actúan, mucho menos: hay que aprovechar la vida al máximo

Gracias!