lunes, 19 de agosto de 2019

¿Cómo Se Hace Cada Episodio De Los Simpsons?



Los Simpsons tienen, terminada la temporada 30, 662 episodios (y una película.) Esos 662 episodios fueron escritos por 125 escritores distintos. El que más episodios escribió es John Swartzwelder, con 59 episodios.

Sin ninguna base técnica (con mi intuición), me atrevería a decir que esta serie le gusta al 80% de las personas. Luego, de ese 80%, diría que el 98% dice lo siguiente: "Me gustan las primeras temporadas. Las últimas no me gustan".

Yo estoy en ese 2% del 80% que le gusta TODOS los capítulos de
los Simpsons. Cada vez que sale uno, lo bajo en inglés y lo miro con subtítulos. Me sigue pareciendo una serie alucinante, emocionante, y cachetazoalcerebroante.

Siempre tuve claro que la grandeza de esa serie tiene que ver con los 9 meses que tardan en "parir" cada episodio. Siempre fue así y sigue siéndolo. De esto me enteré al principio de la serie, y me di cuenta que era una cosa seria. Pero siempre quise saber más sobre eso proceso. ¿Cómo se hacía para tener TANTOS chistes TAN efectivos?

En estos días me pude sacar la duda, gracias al libro "Springfield Confidencial" (2018, pero 2019 en español), escrito por Mike Reiss, uno de los escritores y desarrolladores y productores de la serie desde los primeros episodios.

Entre cientos y cientos de datos hiperinteresantes para los freaks como yo, en un momento cuenta con detalle en qué consisten los 9 meses que tardan en realizar cada episodio. Sin su permiso, los transcribiré:

Cómo hacemos el programa?

   Tardamos nueve meses, desde el concepto hasta el producto terminado, en hacer un capítulo de Los Simpson. Al igual que ese otro proceso de nueve meses —el embarazo—, el principio es divertido, pero acaba siendo doloroso, desagradable y caro.

   El proceso tiene veintitrés pasos. En cambio, realizar un trasplante de hígado solo tiene ocho. Así que, si te aburres leyendo el proceso, recuerda que eres libre de saltártelo en cualquier punto. Ve directo al final para ver a qué nivel llegas.

   
    LA IDEA: Una o dos veces al año, los escritores se reúnen en una sala de conferencias para presentar sus ideas a los productores ejecutivos. Los jefes valoran cada una y, si aprueban alguna, hacen sonar un gong. Es la única cosa extravagante que ocurre en todo el proceso.

    EL GUION: El escritor vuelve a casa dos semanas a escribir el guion, que tiene una extensión de unas cuarenta y cinco páginas.


    LAS ANOTACIONES: El productor ejecutivo hace anotaciones concienzudas en el guion, señalando las cosas que hay que cambiar.

    LA REESCRITURA: Entre seis y ocho escritores se reúnen con copias del guion e intentan resolver las anotaciones. Sueltan chistes hasta que alguien consigue que todos se rían, y ese es el que va al guion. La sala de redacción es una democracia en la que se vota con carcajadas. Como un kibutz, pero todavía más judío.

    LA RE-REESCRITURA: Cuando la sala entera de escritores ha revisado el guion, se lo entregan a la segunda sala de redacción para darle un pulido final. Y después otro pulido final.

    LA MESA ITALIANA: Los escritores, los empleados y sus invitados —puede que unas sesenta personas en total— se reúnen para oír al reparto interpretar el guion en una sala grande. (Al menos faltan dos miembros del reparto y leen sus papeles a través del amplificador más pequeño del mundo.) Los escritores toman apuntes en sus guiones, señalando qué bromas funcionan y qué bromas no. También consiguen determinar si las historias funcionan y si los guiones encajan con los personajes.

    OTRA REESCRITURA MÁS: Armados con esta información, los empleados hacen otra reescritura y otro pulido.

    LA GRABACIÓN: Los actores de doblaje vienen varios días después a grabar sus frases. Acaban interpretando cada frase cuatro o cinco veces dirigidos por los propios escritores.

    LA EDICIÓN DE AUDIO: Se elige la mejor toma de cada frase y se confecciona una versión completa en audio del episodio. Dura unos veinte minutos y suena como un programa de radio, a falta de la música de fondo y los efectos sonoros.

    EL DISEÑO: Un escritor trabaja con los animadores en el diseño del episodio: hay que dibujar y aprobar nuevos personajes, atrezo y ropa. Por ejemplo, es fácil escribir: «Los Simpson están en una fiesta de disfraces». Pero los diseñadores tienen que determinar quién está en la fiesta y qué disfraz lleva cada asistente. Al principio, había que diseñarlo todo. La primera vez que llovió en la serie, teníamos que averiguar cosas como: ¿qué lleva Bart cuando llueve? ¿Y Lisa? ¿Marge tiene un paraguas extralargo para cubrirle el pelo? ¿Cómo es la lluvia en Los Simpson? ¿Son rayitas o gotitas? ¿Es amarilla?

    EL STORYBOARD: Los animadores reúnen un storyboard de trescientas páginas en blanco y negro. Esto es básicamente una tira cómica muuuuuuy larga. Contiene dibujos de todas las escenas importantes, de la acción y la emoción que hay en el guion, y tiene los diálogos pegados debajo. El productor ejecutivo, el guionista y sobre todo Matt Groening toman notas detalladas y realizan cambios. Este es el último paso antes de la animación.

    LA ANIMÁTICA: Dos meses después de la mesa italiana, los escritores y animadores se meten en una salita a ver la animática, es decir, una versión animada y pedestre del storyboard, sincronizada con la pista de audio editada. Es como ver un capítulo de Los Simpson animado por cavernícolas con poco presupuesto.

    LA REESCRITURA DE LA ANIMÁTICA: Después de ver la primera animación, los escritores hacen otra reescritura, arreglando las bromas que no funcionan, eliminando escenas enteras y añadiendo otras nuevas. En este punto cambia hasta una cuarta parte del guion.

    LA REVISIÓN DE LA ANIMÁTICA: Los actores vienen a grabar nuevas frases, se hace el storyboard de las nuevas escenas y se prepara una pista de audio nueva. Entonces está todo listo para el envío a Corea del Sur, donde se hará la animación completa.

    EL FENG SHUI: Jean Huang, una experta en feng shui de Los Ángeles, examina y revisa la animática para determinar si está en armonía con el conjunto de la serie. Después bendice el programa con incienso y ensalmos.

    EN REALIDAD, NO: Olvida el punto 15. No hacemos tal cosa.

    LA ANIMACIÓN: Nuestro equipo de animadores coreanos dibuja a mano los veinticuatro mil fotogramas que componen un capítulo de Los Simpson. Hoy en día el color se añade con ordenador, pero durante la primera década del programa, cada fotograma se pintaba a mano. También hay que diseñar los escenarios y componerlos con la animación del primer plano. Este proceso dura dos meses.

    LA PROYECCIÓN EN COLOR: Los escritores y animadores se vuelven a reunir en la sala de proyecciones para ver la animación final y decidir qué escenas y chistes funcionan. Un chiste del primer borrador tiene que hacer reír nada menos que tres veces al mismo grupo —durante la mesa italiana, la animática y la proyección en color— para permanecer en el capítulo.

    LA EDICIÓN EN COLOR: Se dedica un día a la reescritura de la versión en color. Es un trabajo quirúrgico, porque hacer nuevas animaciones es caro. Por lo general, se modifica el diez por ciento del guion, y hay que volver a grabarlo y a animarlo.

    LA EDICIÓN: La versión revisada en color se edita para la sincronización. Entonces el productor ejecutivo elige las partes en las que habrá música y efectos sonoros.

    LA MUSICALIZACIÓN: Nuestro compositor prepara una partitura para el capítulo. Cada episodio de Los Simpson puede tener tantas pistas musicales como un largometraje. El compositor graba la partitura con una orquesta completa.

    LA MEZCLA: El diálogo, la música y los efectos sonoros se combinan en un proceso que dura un día para producir la versión final del capítulo. Matt Groening y los productores se pasan horas ajustando el volumen del sonido para que todo sea tan claro y gracioso como corresponde.

    LA EMISIÓN: Cuatro días después de la mezcla, se emite el programa. Luego lo repetimos hasta la saciedad


4 comentarios:

Frodo dijo...

Creo que a partir de ahora para mí usted será La Eminencia.
No conocía todos los detalles de la creación. Hasta ellos mismos se han burlado de ese equipo coreano.
Me cuento entre el 98% del primer 80, aunque le abriría el espectro. De ese 80 hay un 100 al que le gustan las primeras 10 temporadas. Un 50 al que le gustan mucho las temporadas 10 a 20 (ahí estoy yo) y un 2 % al que le gustan también de la 20 a la 30.

https://frodorock.blogspot.com/search/label/Fiebre%20Amarilla?m=0

Le dejó un fuerte abrazo Eminencia. Me diste ganas de ver las últimas temporadas, que las vi desordenadas e incompletas

JLO dijo...

buenas, vi luz y pasé y no por ser amigo de Frodo sino por el blog de Daniel que ahora lo tiene inactivo... y bue...

yo sería parte del 20% restante que no le importa nada de Los Simpsons, pero soy de un 50% de ese 20% que no le molesta ver un capítulo si pinta... incluso hice una entrada on mi top 3 personajes (muy pedorro eso si) sin ser fan...

en serio lo de los coreanos o es joda? buso mi entrada y te la paso... saludos...

JLO dijo...

https://ceaa.blogspot.com/2012/01/mejores-personajes-de-los-simpsons.html

ahí está, un poco obvio pero es lo que hay...

César dijo...

Excelente blog (agradezco haberlo descubierto recientemente) y excelente libro. Tanto que tuve el atrevimiento de recomendar/prestárselo a mi suegro, sabiendo que no iba a pasar ridículo.