sábado, 7 de agosto de 2010

No Puedo Ver El Cubo Rubik Desarmado


No puedo ver el Cubo Rubik desarmado. Es más fuerte que yo. Creo que si tuviese un Cubo Rubik desarmado y a Mónica Bellucci en pelotas, le diría que me espere unos minutitos antes de empernármela. Si estuviese en la entrada de un recital de Pink Floyd con el Cubo Rubik desarmado, me perdería los primeros minutos de Shine On You Crazy Diamond.


A veces voy a la casa de mis viejos y no hay nadie. Entonces saco de un cajón el Cubo Rubik (que siempre está desarmado) y lo armo y lo dejo arriba de la mesa. Es mi forma de demostrar que pasó a visitarlos ese pariente tan raro.


Ahora la chica que limpia suele toquetearlo, así que cada vez que vuelvo los viernes encuentro una doble satisfacción: la casa limpia y un nuevo desafío con el Cubo Rubik.


Lo sé armar borracho también.


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