Maomeno una vez por semana almuerzo en una estación de servicio, de esas de ambiente muy lindo, todo limpito con silloncitos cómodos y con onda y pantallas de LCD por todas partes. La comida es maomeno, los precios de las golosinas superan entre un 50% y un 100% a los de cualquier otro quiosco, y los empleados me rompen soberanamente los huevos con sus constantes ofrecimientos.
Al parecer, los vendedores tienen obligación de recibirnos con un “Bievenido a (ni me acuerdo, creo que YPF)” con un tonito que genera en mí grandes arcadas, y ofrecernos otros artículos que no deseamos en el momento en que intentamos acabar con nuestra transacción (quizás tengan comisiones sobre las ventas.) Por eso, no una si no dos veces, preguntan si queremos algo más antes de darnos el vuelto, y ofrecen distintas promociones. Por ejemplo hoy, me querían enchufar 4 turrones por $ 2.75.
Yo me ofendo con esas cosas. Les digo que NO con mi tono más cortante, y pienso: “Tus modalidades de generación de deseos y necesidades en mí para aumentar la venta podrán causar efecto en los pobres débiles mentales manipulados que te dicen que sí, pero no podrás conmigo, ¡junagranputa!”.
El precio de las golosinas de ese lugar me llama tanto la atención, que muchas veces solo pregunto el precio para cagarme de la risa (de la misma forma que leo Clarín por motivos humorísticos y no para informarme.) Luego dejé de hacerlo porque, para decírmelo, tienen que pasar la golosina por un lector óptico o, lo que es peor, marcar como 10 dígitos en un teclado para decirme que un Bubaloo vale $ 0.60.
Otra cosa que me enfurece son los pesados que intentan venderme cosas por teléfono. ¡Todos los días me llaman los muy putos reventados con el orto tan abierto que le cuelgan las hemorroides por haber sido cogidos por los perros más pijudos del planeta! No me molesta tanto el tiempo que me hacen perder, sino ese tonito de amiguito que me ponen y, mucho peor, la idea que intentan transmitirme: me están haciendo un favor ofreciéndome esto. ¡Favor ESTA la concha de tu madre, de tu tía, de tu hermana y todos tus parientes conchudas! Me querés vender una MIERDA que no necesito porque supuestamente es gratis o más barato. Ojalá se invente una licuadora gigante con cuchillos bien afilados para que te tiren ahí y toda tu carne y huesos se licuen.
http://www.youtube.com/watch?v=BIOmfnIV2Fg
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