a) Rita Lee
A mediados de la década del 70, el presidente de Philips de Brasil creó un grupo de trabajo informal para ayudar a la empresa a situar mejor a sus artistas en el mercado. Estaba integrado por Roberto Menescal, y analistas de mercados, escritores y periodistas. El grupo se reunía una vez por semana en la suite de algún hotel de lujo de Río, y se pasaba allí un día entero discutiendo el perfil y la obra de los artistas. Rita Lee perdió la paciencia con “aquella manga de boludos” que quería opinar incluso del color de su pelo. Acabo la reunión diciendo: “Mientras deciden si tengo que llevar o no una peluca black power, voy al baño a tomarme un ácido”.
Tiempo después grabaría la canción Departamento de Criacao (Departamento de Creatividad)
Quien vive para servir de ese modo
No sirve para vivir aquí
¿Y querés que haga todo esto
Que vos no sabés hacer?
Y se acaba el mundo por tu falta de imaginación
¡Yo no!
¡Mi departamento es de creatividad pero no tiene imaginación!
¡Yo no!
¡Mi departamento es de creatividad!
http://www.youtube.com/watch?v=vrVPg9r_tXQ
b) Elis Regina
En 1980 Elis Regina dijo esto en un reportaje (Expreso Imaginario Nº 49):
Siempre tuve problemas con lo que rodea a este medio, con las grabadoras, con los que dependen económicamente de uno. Es una profesión que vive de la magia, que te prometen magia. Y la magia, salvo que seas brujo, es sutilmente mentirosa. Además, en este mundo de música, los que mueven los hilos son los falsos prestidigitadores. (…) No significa que deje de cantar. Lo que quiero decir es que continuaré mi obra de otra forma. Intento producir espectáculos más populares en ciudades pequeñas, en la calle. Seguiré con los shows en las grandes ciudades porque no puedo descuidar ese lado, pero después los llevaré a lugares pequeños a precios accesibles. (…) Yo no sé que resultará de todo esto, aunque tampoco me interesa. Solo sé algo: no soporto continuar haciendo algo que resulte beneficioso para otros. Tengo 35 años y algunas mañas, y se acabó mi paciencia y mi tiempo físico para seguir concediendo, para ser la Elis Rigina que los demás esperan. Si sigo así (sube la voz) moriré y no dejaré testimonio. ¿Te das cuenta? No, a mí ya no me agarran más. Mi actual planteamiento aterra a las grabadoras, saben que no transaré más con lo que no deseo hacer. He llegado a un punto álgido: ni yo entiendo las propuestas de las grabadoras ni ellas me entienden a mí. Conversaciones de sordos. ¿Querés una cerveza? Yo tomaré una. Tengo que asistir a una reunión que será fuego. Estoy profundamente irritada, por razones de contrato debo asistir. Es una reunión de prestidigitación, como te dije antes. Una grabadora quiere funcionar como cooperativa, donde todos los artistas tengan poder de decisión. Yo pregunto: si el capital es extranjero ¿cómo formarán una cooperativa brasileña? ¿Entendés el disparate de la propuesta? Me voy a tener que sentar con cara de inteligente y aburrirme. Y cuando me pregunten qué pienso diré: no sé. Tengo que atesorar datos, masticarlos en casa, y pensar qué respuesta daré. ¡Puta!
http://www.youtube.com/watch?v=bKMSCyyOya4&feature=related
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