miércoles, 6 de abril de 2011

Análisis Crítico De Los Medios


Creo que hace más de dos años que no me perdí nunca 6-7-8, gracias a que tengo una grabadora con disco rígido y todos los días que no estoy lo grabo, lo miro más tarde y lo borro. Igual se puede ver por Internet.

6-7-8 es un programa muy polémico y que provoca un efecto muy raro, ya que mucha gente asegura odiarlo aunque a la vez asegura no haberlo visto casi nunca (sospecho que mienten y lo ven seguido.) Si yo no estuviera de acuerdo con un gobierno que aplica políticas que hicieron crecer al
país “a tasas chinas”, que se desendeudó profundamente y que encima hizo todo eso aplicando políticas de fuerte intervención estatal, igual miraría 6-7-8, porque es un programa para pensar a la hora en que los otros canales muestran conflictos supuestamente reales entre jurados o gente desconocida. Mirar 6-7-8 no significa que tenés que estar de acuerdo, sino que tenés que pensar.

Cuando empieza 6-7-8, siempre, pero siempre, dicen que es un programa de “análisis crítico de los medios”. Nunca se alejó demasiado de ese concepto, ya que todos los días hay informes donde muestran como trataron los distintos medios las noticias del día (generalmente muestran con contundencia irrefutable que mintieron o tuvieron mala leche.) Un segundo objetivo que no nombran pero que cumplen, es mostrar informes donde hacen quedar a los políticos de la oposición como ineptos, contradictorios, mentirosos y hasta a veces delincuentes. Para esto recurren a un archivo IMPRESIONANTE donde los mismos políticos ineptos te muestran que lo son, para que a nadie le queden dudas. Creo que si el programa se dedicase a defenestrar al gobierno (con otros panelistas, por supuesto) tendría el mismo grado de efectividad, porque el archivo que tienen les permite hacer informes de cualquier tipo.

La gente que habla pestes del programa, generalmente lo hacen criticando a los panelistas. Esto me parece muy raro ya que la verdadera estrella del programa son los informes. La opinión de los panelistas es discutible y no tiene mucha importancia para nadie. Los informes, en cambio, son contundentes y precisos. De hecho, los panelistas rotan con bastante frecuencia (supongo que es una forma que tiene Gvirtz de demostrar que el poronga es él y no los panelistas). Mi panelista favorito es Sandra Russo porque comparto sus conceptos y además me calienta. Barone, el más odiado, a mí me cae bien. Y Barragán súper bien. Los otros también.

Los informes de 6-7-8 tienen un antecedente en TVR, que es otro programa de la productora PPT de Diego Gvirtz. TVR empezó en 1998, dos días por semana, con Morgado y Gianolla, y desde la primera vez que lo vi me quedé impresionado con la calidad de los informes y archivos que tenían. Antes hubo un antecedente con el “Perdona Nuestros Pecados” de Raúl Portal, pero cuando apareció TVR le rompió el culo: tenía un archivo mil veces mejor y los informes eran irrevocables (y encima, a veces con humor negro y hasta psicodélico.)

Una de las críticas que se escucha seguido es que los panelistas de 6-7-8 cobran sueldos altísimos “que pagamos todos”. Esto no es así (una vez mostraron los contratos) ya que los panelistas son contratados de la productora PPT (es decir, le facturan a la productora, por lo que ni siquiera se respetan sus derechos como empleados.) Luego, el Canal 7 tiene un contrato con la productora (se paga por cada programa) y con esa plata la productora le paga a los panelistas y a los demás empleados de la productora que supongo debe incluir a cientos de pibes que graban TODA la radio y la TV y después catalogan con un sistema que me gustaría conocer porque siempre me dejan boquiabierto con las perlitas que encuentran en los archivos viejos sobre contradicciones o mentiras.

Otra crítica que se le hace a este programa es que nunca invitan a políticos de la oposición. Sería divertidísimo si eso sucediera porque los harían tartamudear mucho si les muestran informes irrefutables donde se demuestran que son delincuentes o ineptos. Sospecho que más que tener una línea de “no invitar a políticos de la oposición”, ocurre que ninguno de esos políticos quiere ir ahí. Cada vez que va alguien que no está de acuerdo con la línea del programa se arman los debates más interesantes.

A mí lo que más me gusta de ese programa (además de los informes, por supuestos) son los invitados. Casi siempre hay algún funcionario o legislador, pero a la vez casi siempre hay algún artista, intelectual o docente universitario especializado en algo. Estos son los más interesantes porque aportan otros puntos de vista. Además, son siempre gente muy inteligente que no tiene espacio en la televisión porque, por lo general, son feos estéticamente.

Así que, en conclusión, recomiendo a todos mirar 6-7-8. Es mucho más divertido que Ricardo Fort, Zulma Lobato, Amigacho, Christian U y todo eso. Le pongo la firma. Si te gusta mirar culos y tetas en lo de Tinelli te comprendo pero mantengo mi posición.

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