lunes, 18 de abril de 2011

¿Cuánto Te Debo? (La Tortilla Se Dio Vuelta)


Cuando era chico me enteré que los militares, al irse en 1983, habían dejado al país endeudado 10 veces más que cuando habían tomado ilegítimamente el poder (de u$ 4.000.000.000 a u$ 40.000.000.000.) ¡Pero habían hecho autopistas! (demoliendo las villas que se interponían en su camino con una bola como la de AC/DC.) Entonces, se decían cosas como que cada niño que nacía en Argentina debía no sé cuántos miles de dólares por el simple hecho de nacer acá, que la deuda era impagable, y que toda la vida íbamos a llevar esa carga. Nos acostumbramos a vivir con esas ideas.


Esa situación complicó mucho el gobierno de Alfonsín, que, todos sabemos, no pudo afrontarla y terminó mal. Menem, en cambio, decidió endeudarse más y más a cualquier precio. Los intereses que nos cobraban eran tan caros, que era lógico que un día no íbamos a poder pagar. Ese día llegó a fines del 2001, cuando admitimos que la deuda era impagable (es como si vos ganases $ 1000, tenés una deuda por $ 100.000 y gastos por $ 2000 mensuales, entonces, como estás tan endeudado, solo te prestan $ 1000 cada mes a condición de que pagués $ 3000 en poco tiempo; es obvio que llega un momento donde todo estalla.)

En esos tiempos, a efectos de prestarnos más plata y decirnos que éramos un ejemplo para el mundo, el Fondo Monetario Internacional, que son unos tipos muy sensibles, venía seguido a Argentina. Cada tanto salía en la tapa de Clarín, en letras bien grandes: “Llega una nuevo misión del F.M.I.”. Las conclusiones que sacaban solían ser que estábamos gastando mucho en salud y en educación, o que teníamos leyes laborales que le daban muchas garantías a los trabajadores, así que nos recomendaban ajustar todas esas cosas. Por este motivo, por tener gobernantes incapaces de resolver el problema (hoy sospecho que no sabían ni la regla de tres-simple), yo pasé de mis 10 a mis 30 años pensando que era de clase media, cuando en realidad era de clase media-baja, como casi todos los argentinos, por vivir en un país hecho mierda gobernado por incapaces.

En el 2005, Nestor Kirchner, con el país en default pero ya en crecimiento, logró algo inédito: logró que, por una parte importante de la deuda, los acreedores de Argentina aceptasen que les paguemos u$ 33,70 por cada u$ 100 que les debíamos. Casi todos aceptaron menos una parte muy minoritaria, apodada “los fondos buitres”, que en realidad pertenecen a grandes capitales que tienen abogados lo suficientemente caros como para seguir insistiendo en cobrar los u$ 100 por cada u$ 100. Están ilusionados con que van a cobrar. Hoy, esa deuda con los fondos buitres es muy poca plata para Argentina. No se paga porque sería injusto con todos los que aceptaron la quita del 66.3%.

Con respecto a la deuda que quedó, el 2011 es el último año donde los vencimientos son grandes (aunque ya está previsto cómo se va a pagar.) (Son u$ 31.443.000.000.) Los años que vienen, es mucho menos, alrededor de u$ 13.000.000.000 por año. Eso esto totalmente pagable para Argentina. Encima, solo el 38.5% de esa guita va para fuera, el resto se lo debemos al Anses, al Banco Central, o al Banco Nación. La situación es hiper favorable para al que le toque gobernar entre el 2012 y 2016.

En conclusión, el kirchnerismo logró que la deuda pase a ser muy poco respecto al PBI (que es como se mide, comparando lo que debés con lo que producís), mientras que muchos de los restantes países están en una situación comprometida al respecto. En poco tiempo, la deuda de Estados Unidos está por superar el tope autorizado respecto al PBI (Obama está desesperado porque el Congreso le apruebe una ley que le autorice eso) y los países europeos se están recomprando su propia deuda, porque ya nadie la quiere porque todos tienen miedo que también entren en default. La tortilla se dio vuelta.

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