Amistad Longeva y Política

Mi amigo Mariano es uno de mis amigos más nuevos, porque hace solo 27 años que es mi amigo (a la mayoría de mis amigos los conocí en 1976 o, a más tardar, en 1978.) Hace 9 años que se fue a vivir a Barcelona, pero seguimos siendo amigos. Yo fui 4 veces a verlo, y él creo que hizo 4 viajes a Argentina.

En este último viaje, me pidió que le lleve 3 libros.

Uno era Conversaciones Con El Flaco de Juan Pablo Feinmann (este lo tenía yo) (Mariano había visto a un flaco leyéndolo en la playa y había pensando en robárselo.) Los otros 2 se los mandó su familia: el de Zonceras de Anibal Fernandez y La Audacia y El Cálculo de Beatriz Sarlo.

Me quedé 12 días en Barcelona y luego me fui a otros lares, aunque debía volverme a encontrar con Mariano en Varsovia. Por eso, me llevé el libro de Anibal, para terminar de leerlo y devolvérselo en Varsovia. Cuando nos encontramos ahí, él había llevado el de Feinmann. Como somos amigos, nos confesamos la verdad: a los dos nos hubiese dado mucha vergüenza que alguien (aunque sea un desconocido) nos hubiese visto leyendo en el libro de Sarlo en algún aeropuerto.

(Leí el libro de Sarlo pero me pareció el de una persona que escribe bien pero analiza mal porque le falta calle y eso le impide ver la realidad. Llama a Maradona “un gordito de rulos” y dice que Cristina habla como “una jefa de trabajos prácticos que estudió muy bien la clase”.)

Todo esto lo escribo para contar que Mariano se informa diariamente sobre todo lo que pasa en la política argentina (sabe mucho más que la mayoría de los argentinos que me rodean) y que nos causó mucha sorpresa que, a pesar de los kilómetros y los 9 años que lleva viviendo en Barcelona, pensemos exactamente igual sobre lo que está pasando en este país.