Extraído del libro
Teacher Man (El Profesor) de Frank McCourt.
“Sacudo la cabeza al
ver las cosas que les preocupan, esas cosas de clase media, que hace
demasiado frío, que hace demasiado calor y que ésta no es la pasta
de dientes que a mí me gusta. Y yo, después de tres décadas en
América, todavía me alegro de poder encender la luz eléctrica o
tomar una toalla
después de la ducha. Estoy leyendo a un hombre que
se llamaba Krishnamurti, y lo que me gusta de él es que no se
presenta a sí mismo como gurú, como hacen esos personajes que
entran a la carga procedentes de la India pasando el platillo y
recogen millones. Él se niega a ser gurú o sabio o ninguna otra
cosa. Te dice, te sugiere, que a la larga, nene, estás tú solo.
Thoreau tiene un artículo estremecedor que se titula Caminando,
donde dice que cuando sales por la puerta a darte un paseo, debes
estar tan libre, tan desembarazado, que no tengas la necesidad de
regresar nunca al punto de partida. Que puedas seguir caminando sin
más porque eres libre. Hice que los chicos leyeran este artículo, y
ellos dijeron que oh, no, ellos nunca podrían hacer algo así.
¿Marcharse andando sin más? ¿Está de broma? Cosa rara, porque
cuando les hablé de cómo se echaban a la carretera Kerouac y
Ginsberg, a ellos les parecía maravilloso. Tanta libertad. Tres mil
millas de marihuana y mujeres y vino.”
No hay comentarios.:
Publicar un comentario