martes, 30 de septiembre de 2014

Cigarrillos Y Un Soneto



Desde un blog llamado “Cachetazos Al Cerebro” me siento en la obligación de FELICITAR a los creativos de los avisos que van en las cajas de cigarrillos (creo que salen desde el Ministerio de Salud de la Nación), ya que los mismos hacen honor al nombre de este blog. Más allá que en mi caso no cumplen su objetivo, ya que sigo
fumando, los avisos suelen ser tan fuertes que por lo menos te dejan pensando un rato. Desde los bebés enfermos, pasando por los pulmones consumidos, hasta el más temido por los hombres: el que imita a una pija impotente. Hoy me tocó una nueva: una lápida con el simple epitafio: “Q.E.P.D. Al Portador. Muerto por fumador”. Parece como que los que deberían haber escrito: “Eras una buena persona y te queríamos” te dicen con otras palabras “Fuiste un boludo que se murió al pedo.”

Esto me disparó el recuerdo de un soneto de extrema calidad, de un tal Daniel Garibaldi, que solía cantar Miguel Cantilo (lo recuerdo un día cantándola junto a Ese Amigo Del Vinazzi), que se llama “El Velorio (Y Yo Me Iré Con Él)” y dice así:

Me moriré en Paris, o en el carajo
Un día jueves o, si no, un domingo,
En el bulín que está, si no le chingo,
Cerca del Rin, el Paraná o el Tajo.

Espicharé a la gurda y no me rajo:
Quizás tendré una cacharpaya en gringo
Y allí el Jorge y el John, el Paul y el Ringo
Tocarán... si andan flojos de trabajo.

Será un velorio piola, tendrá gancho...
Alguien dirá: "Fue un punto divertido".
Alguien también me llorará a lo chancho.

Y alguien, que llegará sin hacer ruido,
silenciará a los Beatles, lo más pancho.
Y yo me iré con él. Con el Olvido.

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