viernes, 25 de febrero de 2011

El Primer Trimestre De 1998

No suele releer mis diarios íntimos porque... vamos... es un embole. Pero estuve releyendo un poco sobre 1998 (a ver qué onda) y decidí hacer algunos copy-paste.


03/01/1998 – Compro Caramelos
Las minas no iban a ir a Factory pero Pablo las invitó y fueron. Antes fuimos al quiosco. Yo compré Camell ($ 1.60) y Beldent ($ 0.50), y pagué con $ 2.50. La mina del quiosco iba a darme el vuelto.
- No quiero vuelto, quiero caramelos. Y que sean Sugus.
La mina del quiosco iba a sacar una bolsita.
- No quiero bolsita, los quiero sueltos.
La mina del quiosco comenzó a juntar en montón de Sugus en la mano.
- No sabía que eran tantos, hubiese preferido bolsita.
Todos reían. Salimos del kiosko y Pablo dijo: “Ya sé lo que va a pasar. ¡Te conozco! Le vas a regalar Sugus a todas las minas que te encuentres.
Íbamos por la plaza y Pablo les iba diciendo algo de mí a las minas. Entonces, la mina dijo:
-Yo lo único que sé es que una noche en Bangla terminó bañado con espuma.
-¡Esa es sólo una pequeña batalla en mi larga trayectoria! - dije, medio incómodo pero no tanto por todo el alcohol ingerido -. Es como preguntarle a San Martín como fue el día x en su cruza de los Andes, o como preguntarle a los uruguayos que se perdieron en la cordillera en el año 72 y se tuvieron que comer entre ellos, cómo fue la noche 13.



04/01/1998 – Charla telefónica con M
Después, cuando estaba comiendo, me llamó por teléfono M:
M: Lale, ¿vos sabés si me pasó algo ayer? No me acuerdo de nada y estoy todo dolorido.
Y: ¿Qué? Yo lo único que vi es que te encarabas a las minas, mal, de atrás, les dabas besos en el cuello. Pero no vi nada más. ¿Qué tenés?
M: Tengo todos moretones, y raspones.
L: ¿Cómo si te hubieran cagado a palos?
M: No. Tanto no. Pero como si me hubieran apretado, o apurado. Me duele el cuerpo y no me acuerdo de nada. ¡Qué desastre!
L: ¿Pero qué hicieron? ¿No estaban tomando café?
M: Sí. Pero vino Patelo, un amigo de mi hermano, y nos invitó a tomar una botella de whisky. La tomamos en una hora y me cayó re-mal.
Después la charla siguió con lo que íbamos a hacer esa noche.


20/01/1998 – Compro un auto llamado Dolores
Le pagué a Feijoó los $ 5000.00 que me faltaban y él me dio a Dolores. Firmó los papeles que había que firmar, hicimos el boleto de compraventa, me llevó hasta su casa y me dejó con Dolores por primera vez.

Dolores. Tiene sus fallas: una puerta rayada, la otra un poco rota, y un golpe en una de las puertas. El stereo no tiene (todavía) la parte del frente pero anda muy bien y además se escucha de puta madre. Y conducir a Dolores es un placer, comparado con Cristina todo el tiempo pienso que estoy en una nave espacial. Por primera vez tengo un auto con velocímetro y cuenta - kilómetros. Es un Fiat Uno Negro, como quería yo. Todo bien. Me despedí de Cristina (ahora está en venta en la Agencia). “Gracias por los servicios prestados en este año y diez meses”. Y chau.

Hoy empecé mal. La fui a sacar del garage de lo de Nuñez y estaba en cambio y no me di cuenta. Me choqué contra la pared. Leí el pensamiento de Marito: “No podés ser tan boludo”. Y me fui a trabajar y estuve toda la mañana con la sensación de “qué boludo soy” y el dolor de panza por haber  chocado en menos de 24 horas. Pero está bien.



31/01/1998 – Conozco a una mina en un boliche
y finalmente desemboqué en una con la que tuve una charla que valió la pena. Tenía 26 años y era de B.A. No le gustaba bailar pero vino porque a las amigas sí les gusta. Hablamos un montón. Le gustaba la literatura y estos son algunos de los escritores que nombramos en la charla (Galeano, Sábato, Hesse, Keroauc, Sallinger, Capote). También hablamos mucho de música de rock (le gustaba Charly y otros). Y le conté bastante de mi vida. Nos caímos bien y yo no dije casi nada fuera de lugar, no hice ni siquiera una referencia a lo sexual. Pero sabíamos que nunca más nos íbamos a ver. También hablamos de cine. Después le agarró frío y se fue, pero nos quedamos “encantados de habernos conocido”. Estaba bien la chica.

03/02/1998 – Me busca la yuta
Ayer tuve una anécdota increíble. Pasada la medianoche estaba estudiando, cuando de repente siento el timbre. Al rato, otra vez. Al rato escucho gritos y siento que Leti me llama y me dice: “Te busca la policía”. Lo primero que pensé fue que me habían visto hablando con algún falopero y querían hacerme una pregunta. Pero bajé bastante tranquilo para enfrentar una situación tan comprometida. Mamá los había atendido y le habían dicho: “Acá vive un chico que compró un Fiat Uno” y mamá (gran exageradora y sensible al nerviosismo) comenzó a desesperarse y a gritar: “¿Qué le pasó? ¿Qué le pasó?” (ni siquiera sabía si yo estaba en casa). Entonces bajé y los canas me dijeron:
- ¿Vos perdiste los documentos del auto?
- No.
- Estás seguro.
- Sí, los tengo en la guantera - en eso veo que el otro cana tenía la carpetita que me había dado Feijó -. Pero ahora veo que los perdí. Los tenía en la guantera, seguro que me abrieron el auto y me los robaron.
- Hace cuatro días que los tenemos nosotros. Los trajo un chico que los encontró.
Con papá decidimos abrir la puerta.
- Esta todo - decía el cana, como pidiendo una colaboración -, las patentes, la cédula verde.
Yo lo agarré y les dije:
- Muchas gracias.
Y se fueron. Les expliqué a papá y mamá que tenía que ser alguien que me había robado, porque lo tenía en la guantera, aunque tenía alguna duda de eso (quizá se me había caído por algún lado). Mamá protestaba por la desubicación de los canas de venir a esa hora. Intenté volver a estudiar pero no pude.

Hoy, cuando fui a buscar el auto, me di cuenta que me habían robado. Fue el sábado a la noche. Me robaron 5 o 6 cassettes y esa carpetita con los documentos del auto. Por suerte, encontré la carpetita antes de saber que me la habían robado. Algunos cassettes los voy a tener que regrabar. Me habían forzado la cerradura del lado del acompañante. Por suerte el stereo zafó (no lo pudieron sacar). ¡Qué mala onda! Siento como que me están tocando el culo.

07/02/1998 – Salida un jueves en Capital
Después fui para lo de Fede. No había llegado. Me metí en el paraíso que es la librería Losada y me compré The Subterraneans, de Jack Kerouac. Después vino Fede y fuimos a comer a McDonald (donde Fede me contó todo su viaje) (vimos a Fierita haciéndole una nota a una modelo, en un cine donde se estrenaba una película llamada La Herencia del Tío Pepe), y después fuimos a encontrarnos con el Tabo en un bar que se llama Henry Beans.

No podíamos estacionar a Dolores y estábamos re-desorientados. Finalmente la estacioné en Ayacucho y Guido, en un lugar que había línea amarilla pero no entendíamos por qué. “Total, nos quedaremos una hora”, pensé. Llegamos a Henry Beans y nos encontramos con el Tabo medio borracho que estaba con un compañero de laburo yanqui. Estaba medio insoportable, encarando a todo el mundo. También estaba Sebi, un cordobés que es re-macanudo y trabaja con Fede. Entramos y ese bar estaba espectacular. Veía tanta onda y tantas minas copadas que decidí mamarme, aunque no lo logré. La jarra de cerveza (como dos litros) salía $ 20.00. Compramos una y tomé mi parte rapidísimo. Después, decidí tomarme un Tex on the beach, que tenía ginebra y no sé que, y lo tomé rápido y no me hizo nada. Después seguí tomando cerveza y se me mezcló todo y no estaba mamado pero no podía ni respirar por el impresionante calor que hacía ahí adentro (todas las minas con las caras transpiraditas). Y tenía sueño y sabía que no me iba a encarar a ninguna, entonces le dije a Fede de irnos. Nos costó encontrar la calle donde habíamos dejado a Dolores. Había mucho cana y nos estábamos re-meando, así que meamos escondidos. Y cuando llegamos al lugar Dolores no estaba. No me quería convencer de que la habíamos dejado ahí, pero me di cuenta que sí. Justo pasó un patrullero y lo paré desesperadamente, Fede me dijo más tarde que se había sorprendido de cómo lo había parado. Me dijeron: “Anduvo la grúa, así que seguro que se lo llevó”. Fuimos a un cajero y Fede sacó plata y yo fui a preguntarles a otros canas. Nos tomamos un taxi hasta la dirección indicada y me cobraron $ 56.y pico pero después me va a llegar una multa por estacionar mal.  Yo estaba bastante caliente. Encima, al principio me decían que no había ningún auto patente SER210, entonces me dijeron que pase a ver.
Caliente, mamado, les dije a los tipos que cuidaban:
- Voy a pasar a ver un auto. Me dieron permiso de ahí.
- Bueno. Si me lo decís de esa manera... - me contestó uno de los canas.
Cuando estaba llegando me llamaron que ya lo habían encontrado. Pagamos y nos fuimos.


08/02/1998 – Toca U2
después hice una recorrida por la calle Santa Fe, muy linda. Muchísimas librerías (y la persistente sensación de que hay mil libros que tengo que leer lo más rápido posible (tendría que hacer una lista de todo lo que pretendo leer); Galería Bond Street; Tower Record (espectacular) donde me compré a $ 22.00 un cd de Carole King en vivo; y en otra librería no pude evitar comprarme 3 libros por $ 13.00:
1.    Cien años de Soledad. Gabriel García Marquez. Es increíble que todavía no haya leído ese libro tan importante. Sé que me va a impactar muchísmo, aunque todavía no lo leí.
2.    Breakfast at Tiffany’s. Truman Capote. En él confío 100%, quiero leer todo de él.
3.    The devils of Loudun. Aldous Huxley. Iba a comprarme otro de Capote pero eran muy finitos, y teniendo en cuenta cuanto me había gustado A brave new world, me decidí.
Volví a lo de Fede, leí un poco hasta que llegó.
Pasamos a buscar a Pablo en Dolores. Fuimos para River escuchando la previa del recital, todo muy lindo. Estacionamos en Monroe y Sorigues, y los chicos dejaron sus bolsos con la ropa sucia, para llevar a Luján. Fede, además, dejó en la guantera su billetera.
Hicimos la cola (sin colarnos, pero no era tanta). Entramos y buscamos a Mario donde habíamos quedado, pero no lo encontramos. Nos quedamos por ahí hasta media hora antes de que empiece. Ya habían tocado los Babasónicos e Illya Kuriaky. Pablo decidio quedarse atrás y con Fede nos empezamos a acomodar.
Empezó a las 22:15, luego de que pasaron muy fuerte el tema de Misión Imposible y otro. El escenario era pelado, pero había una pantalla de 50 metros de largo por 20 de alto, impresionante, aunque no podía tener muy buena definición (creo que leí que esa pantalla les costó 6 millones). Los parlantes estaban muy arriba, y camuflados. Había un arco que parecía el símbolo de McDonalds, y un limón gigante al lado del escenario.
U2 salió a escena. La lista de temas es más o menos la siguiente:
1.    Mofo: los temas del último disco, no me gustan mucho. Tienen una base muy tecnosa y en el recital hay samplers de eso, por eso la voz de Bono no se escucha muy bien y no se lo puede seguir cantando.
2.    I will follow

(…)

Nos fuimos caminando, comentando el recital, y nos quedamos solo Mario, Lorena, Fede, Tabo y yo. Al doblar en la esquina donde se suponía estaba Dolores, yo jodí al verla: “Está. Si está el volante estamos 10 puntos”. Pensaba que era imposible que le pase algo, que por ese fin de semana ya había tenido suficiente. Pero sí había pasado algo. Primero me extrañé al ver el asiento de atrás corrido, pensé que con los bolsos lo habían empujado. Pero cuando vi que la puerta del volante estaba abierta (y la cerradura falseada y ahora no cierra) me di cuenta que nos habían robado. Yo la saqué barata: tenía 4 libros y un cd y no me afanaron nada (tampoco los documentos del auto ni los cassettes). Pablo la sacó barata: le afanaron el bolso con la ropa sucia (del viaje, “cuando abran ese bolso se van a querer morir”), pero no le afanaron los bolceguíes, que eran lo que más le importaban. Fede la sacó cara: no le importaba mucho el bolso que le afanaron con ropa sucia, pero también le afanaron la billetera con registro de conductor y tarjetas de crédito.
Fuimos para lo de Mario y Fede hizo la denuncia por teléfono de la tarjeta. Después nos fuimos, y Pablo quería manejar así que lo dejé, para quedarme más tranquilo. Vinimos con todo por el camino del Buen Ayre. No reinaba el malhumor a pesar de lo que nos había pasado.

11/02/1998 – Diálogo en mi casa
Hoy, por ejemplo, sucedió este diálogo en la mesa del almuerzo:
Mamá (comentando la película Titanic): Y la Gorda, cuando le prestó el saco del hijo... pero al final la Gorda tenía mejores sentimientos que todas las otras.
Yo: Lo que pasa que en el cine siempre a la gente de clase alta la pintan como mala.
Magdalena: Ya tiene que hablar. Callate. Nadie te pidió la opinión. ¡No te aguanto!
Yo (me la quedé mirando como pensando: ¡Pobre Nenita!. No dije nada)
Todos: ¡Magdalena!
Leti: ¿Por qué no puede opinar?
Mamá: Además es verdad lo que dice.
Magdalena (se da cuenta que cometió un error).
Yo: Es verdad. Menos en las películas de Lady Di donde dicen mentiras.


Martes 17/02/98 – Por dar un éxamen

Días de calor y malestar porque tengo que estudiar, aunque estoy estudiando bastante. Mañana me voy a presentar aunque no debería, sería mejor presentarme el otro miércoles pero no doy más, no aguanto más, quiero dar ese final ya y ya llegué a ese momento donde uno piensa: “Me importa un carajo si apruebo no, lo único que quiero es sacarme de encima todo esto”. Las probabilidades son estas:
·      Si es escrito: 90% que apruebo.
·      Si es oral: 50% que apruebo.
Anyway... nothing really matter.

Miércoles 18/02/98 - Aprobé con la sillita dada vuelta

19:20. Lo logré. Aprobé.
Hoy, en el laburo, estudié todo lo que pude. Después, a la tarde, acá, estudié muy poco. Estaba recontrasupernervioso, y decidí no estudiar, solo tratar de relajarme. A las 17:00 no aguanté y fui a la Universidad, y en el camino escuché por la Rock & Pop la confirmación oficial de la venida de los Stones (28 y 29 de marzo, y el lunes se ponen a la venta las entradas). Después, intenté ir a chatear pero estaba ocupado. Me fui a poner más nervioso, estuve hablando con PB, y llegó B y solo había dos personas para dar: un pibe de Impuestos II y yo. Me llamó y estuve como media hora, primero diciendo un tema que había elegido yo, y luego con preguntas de él, que contesté casi todas equivocándome en algunas cosas no tan importantes. Me hizo casi las mismas preguntas que me había hecho en el final de Julio  de 1997. Antes de lo que yo pensaba, me puso un cuatro y en mi rostro se encendió la felicidad. Salí re-contento, quise ir a chatear y no pude y me volví. Estoy feliz. Terminó diciéndome: “Estuviste mejor que la otra vez, pero tenés que mejorar el vocabulario. Eso lo dejamos para Impuestos II”.
Ahora me voy a dedicar a leer, sin la chota culpa de pensar que “debería estar estudiando”. Lo mejor del mundo, la felicidad.



22/02/1998 – Boca pierde 4-0 contra Platense
El domingo me llamó Mario y fuimos a la cancha en Dolores. Fuimos por el Buen Ayre (teníamos que pasar por su depto), escuchando Clásico de Clásicos en la Rock & Pop, y eso fue lo único agradable de la tarde. Llegamos como a las 15:30 a la cancha, fuimos a la parte de socios donde vamos siempre. Boca estrenaba una nueva camiseta, con la raya amarilla mucho más grande, y con una tela antitranspirante. Había parlantes y pusieron música de AC/DC (????) e hicieron una especie de presentación. El partido era contra Platense, imperdible. Boca formó con: Córdoba, Bermudez, Matellán, Solano, Castillo, Cagna, Fabbri, Guillermo Barros Schelotto, Latorre y Caniggia. No bien empezó el partido nos hicieron un gol, desde afuera del área al ángulo, inatajable. Luego, todo el primer tiempo con Boca hiper-dominando, Platense re-tirado atrás, pero sin poder meterla. No había dudas que íbamos a ganar. Cuando terminó el primer tiempo Guillermo hizo un gol que anularon porque Ruscio, el árbitro, dijo que Solano había hecho una falta (por Tv se ve que la falta no existió). En el segundo tiempo, Boca siguió dominando. Entonces el Bambino se jugó e hizo un cambio no de cagón: cambió a Castillo por Islas. Quedamos jugando con solo dos en el fondo y vino un contrataque y Plantense nos metió otro gol (por Tv se vio que en realidad no fue porque estaban en orsai). Al poco tiempo, con Boca ya desesperado, nos metieron otro y al poco tiempo nos fuimos, pero el partido terminó 0-4 y a Caniggia lo expulsaron. Otro fallo del árbitro fue no aplicar amarillas a los jugadores de Platense, que se cagaron haciendo foules. Nos volvimos en Dolores, escuchando la Rock & Pop y tratando de olvidarnos.
Cuando llegamos a Luján, creímos que un pibe que estaba en un auto adelante nuestro era Segura con su novia, entonces le tocamos un montón de bocina y señas de luces. Cuando paré para dejar a Mario el pibe también paró. Le explicamos que nos habíamos confundido con un amigo y el pibe dijo: “Bueno, podemos ser amigos”.

Hoy tuve mi primer sesión de Windows 95, llegó la primer Pentium al laburo y estuve experimentando. A la tarde fui al chat y hablé con dos fanáticos de Charly (inclusive fundamos el canal García pero nos echaron a los dos).


14/03/1998 – Me encaro “cuatro minas” en la plaza con mi amigo Hernán
Me fui con Hernán y al pasar por el medio de una plaza encontramos a “cuatro minas”.
- Vení, Hernán, que acá hay... - advertí que eran dos minas y dos machos - ... gente para hablar.
No sabía que hacer, entonces agarré piedritas de la plaza y dije:
- Vamos a jugar a la payana.
Los chabones se re-coparon con la idea y Hernán también, entonces se pusieron a jugar ellos tres mientras yo me senté con las dos chicas y empecé a hablar (que los Stones, que Clapton, que el libro que escribí, que esto, que lo otro, todo así). Después decidimos ir a comprar cartas para jugarles al truco a los chicos pero el kiosco estaba cerrado. Y después lo hicimos cagar de la risa cuando Hernán se empezó a hacer el puto y no paraba, mientras yo decía:
-Venías disimulando bien. Vos te estabas encarando a los chicos y yo a las chicas. ¡Seguí como estábamos!


27/03/98 – Cuando Clarín daba buenas noticias
El viernes 27, a la mañana, tuve una de las mejores noticias del año. Agarré El Clarín y lo abrí en cualquier página y leí Bob Dylan (pero no en la parte de espectáculos, sino en la parte de noticias). Me asusté. Pensé: “Se murió”. Pero enseguida leí la noticia y decía: “Sorpresa en el recital de los Rolling Stones. Bob Dylan será el invitado”. Salté y agité el brazo como si hubiese hecho un gol. No escuchaba una noticia tan buena desde las vueltas de Maradona. Así que ya sabía que iba a sacar para ver a los Stones y Dylan (quizá el recital más importante de mi vida, después de los de Serú) el sábado.

28/03/98 – Compro más entradas para los Stones
Sábado a la tarde fui a lo de Mario (me dijo: “Te estaba por llamar por teléfono y te llamé con la mente”). Me dio la entrada de los Stones y decidimos ir a Morón a comprar más entradas. Aprovechamos el camino para hablar (hacía mucho que no nos veíamos) y en Morón compramos entradas para el recital del sábado 04. Yo iba a comprar para el jueves también pero como dicen que van a agregar otra para el domingo, también con Dylan, prefiero ir el domingo.

28/03/98 – Me encuentro con la chica que me gustaba
1.    No acababa de reponerme de la alegría esa cuando me crucé con L1, L2 y otra chica que se llamaba A. Las saludé. Por fin L1 se había dignado a entrar a Bangladesh. Primero semi-encaré a A (“Si vos sos amiga de ellas sos amiga mía”; “Nuestros nombres empiezan con A”; “A ellas las conosco de los bares de Luján”). Creo que le caí muy simpático. Después sí me quedé hablando con L1. Y le dije lo que hace dos meses quería decirle, lo que hace más de un año estoy esperando: que salgamos juntos una de estas noches así, de paso, me devolvía los libros. Sabía que esta vez no me iba a decir que no, y entonces quedamos que la llamaba. Primero ella me dijo que lo hagamos el sábado que viene y le dije: “Pero el sábado que viene tocan los Rolling Stones”. Y ella dijo: “Pero a la tarde” y yo le volví a decir: “Pero el sábado que viene tocan los Rolling Stones”. Y me sentí en la super-gloria, por fin, después de tanto tiempo, ella me estaba diciendo que la llame y yo le decía que no podía y además, la excusa era que venían los Rolling Stones (¡y con Bob Dylan!) (es increíble la de emociones juntas). Al final quedamos que íbamos a salir el jueves o el viernes a la noche, y me gustaría que fuese el jueves. Me contó que estaba estudiando letras. Le conté que la última vez que había llamado había hablado con la mamá y me había dicho que estaba haciendo un curso de guiones. L2 la llamaba como para irse, pero ella le hizo señas como un poco más. Estábamos bien, cómodos. También le dije (...). Y nada, se fueron y yo me quedé re-contento.


Jueves 02/04/98 - Mi quinto concierto de los Stones

La verdad es que fui bastante cagado a mi quinto recital stone. El hecho de ir solo, sabiendo que el día anterior muchos habían denunciado robos de entradas, fui todo cagado. Pero también contento, es impresionante saber que estás yendo a un concierto espectacular e ir en el auto de uno, manejando a toda velocidad, y escuchando la “previa” del recital por la Rock & Pop. Salí temprano, como 14:30, y fui hasta la autopista y ahí tomé la General Paz hasta Libertador, pero me confundí y cuando llegué ahí tomé para el otro lado, y solo me di cuenta cuando el Unicenter estaba al revés. Pegué la vuelta y llegué, aunque tuve que pagar uno de los peajes que intenté ahorrarme.
Quería buscar un estacionamiento, para quedarme tranquilo, pero no encontraba y sí encontraba lugar para estacionar en la calle. No había mucho ambiente stone, pero justo donde yo quería estacionar siempre había pibes sentados en las veredas, tomando cervezas (inclusive, en uno que llegué a estacionar un viejo borracho me saludaba así que me fui, por las dudas). Estacioné en un lugar que me pareció adecuado y me dirigí hacia el estadio, medio paranoico, pensaba que todos los grupos de pibes con los que me cruzaba me veían como una buena presa para robarme la entrada (flaquito, solo, remera stone) (yo había diseñado un plan: tenía la entrada de U2 (que era muy parecida) en el atado de fasos y si me intentaban robar les iba a decir: “No tengo. Voy a intentar entrar con esta entrada de U2” y quería creer que se contentarían con afanarme eso y los fasos; la entrada verdadera me la había guardado en la media) e incluso vi que unos pibes me vieron y empezaron a caminar atrás mío y entonces la paranoia me atacó más. Decidí ponerme en la cola, que era larga (casi tanto como aquella de McCartney) y, como siempre, ahora me quedó la sensación de deja vu con los chicos que estaban cerca mío en la cola. Finalmente entramos y me impresioné por el escenario de el medio, pensé que el recital iba a hacer impresionante. Me quedé en el arco, a esperar a Mario. No es aburrido para nada, porque entraban un montón de personajes. Además, la sensación de estar en el arco de River, mirando como entra la gente y como se llenan las tribunas, es sumamente agradable. Muchos hinchas de River venían especialmente a tocar el arco, y otros se colgaban o hacían alguna referencia a algún gol o algo así. Esperé mucho tiempo, pero no me aburrí. Luego empezaron a tocar Las Pelotas y en el medio de su breve recital (7 u 8 temas) llegó Mario. Yo me quedé en el arco, pero parado mirando al escenario. Las Pelotas tocaron lo de siempre: Capitán América, La clave del éxito, Tucán, Shine, otras que conosco y no sé el nombre. No tocaron Peces, pero tocaron otra cantada por el Dafunchio que también es muy linda (me gustan mucho más las que canta él). La rebeldía vino: “¿Se escucha bien? ¡Qué bueno! Porque no nos dejaron probar sonido”. Cuando llegó Mario fuimos un poco para adelante para ver a Las Pelotas, y cuando terminó fuimos al baño y nos sentamos en la popular, intentando comer un sandwich de milanesa pero el vendedor no pasó. Después empezó a tocar Meredith Brooks y sucedió lo que yo ya había imaginado: tuvo que interrumpir su segundo tema para retirarse del escenario porque le llovían piedras (incluso una le pegó en el ojo) (al otro día salió en todos los diarios (fue tapa de Clarín en lugar de los Stones) y en la Rock & Pop se cansaron de hablar del tema). Y entonces con Mario nos empezamos a acomodar. No había una torre en el medio (como siempre) sino que estaba a los costados, entonces el cesped se re-llenaba, era una bola impresionante de gente. Y a las 22:00, como estaba previsto, las luces se apagaron, las cortinas que cubrían la parte superior del escenario se corrieron, de la pantalla salieron fuegos artificiales directos a la gente, y la pantalla se prendió mostrando a Keith Richards con anteojos negros y tocando el riff de:
1.    (I can’t get no) Satisfaction: fue el primer tema y fue una locura, volver a verlos, como sonaba, Jagger corriendo por todo el escenario, la pantalla que era redonda e inmensa y de increíble definición, Ronnie y Charlie, la gente cantando, el escenario que era un poco más alto y por eso se veía re-bien, fue increíble.
2.    Let’s spend the night together: otro temazo y que nunca había escuchado en vivo. Todo estaba perfecto y pensé que era muchísimo mejor que en el 95, pero después decayó un poco.
3.    Flip the switch: un tema del último disco.
4.    Gimme shelter: otro de los mejores temas, pero en este ya se empezó a ver que la gente no colaboraba tanto como la otra vez. Parecía que pocos lo conocían. Yo estaba re-copado, pero casi nadie saltaba. En esta se lucía Lisa Fisher cantando a dúo con Mick.
5.    Anybody seen my baby: “Vamos a bajar un poquito”, dijo Jagger y tocaron este tema de su último disco. En una parte Jagger cantaba a dúo con el negro corista. En la pantalla se veían las imágenes del video.
6.    19th Nervous Breakdown: aunque yo estaba contento porque no sabía el repertorio, este fue uno de los pocos que no imaginé que iban a tocar. Los demás, los sabía casi todos.
7.    Saint of me: uno de los que más me gustan desde la década del 80 hasta hoy.
8.    Out of control: no lograba recordar este tema de Vodoo Lounge, aunque todos lo cantaban. Con Mario lo usamos mucho para ir corriéndonos para más al centro, para estar atentos cuando los Stones usaran el escenario del medio.
9.    She’s like a rainbow: este era el tema Internet. La pantalla mostró la página Internet de los Stones e iban a tocar el tema que tenga más pedidos. El día anterior tocaron Under my thumb, ese día tocaron She’s Like a Rainbow. Sonaba a arreglado porque Ronnie ya se había preparado con la “guitarra acostada”. Pero está bien (al otro día fui a Internet y voté Let it bleed).
10.Miss you: en versión muy parecida a la del concierto anterior, con largos solo de saxos y Jagger coqueteando con la negra Lisa Fisher (la función anterior le había lamido las piernas, esta apenas la tocó). También con Ronnie jodiendo con Bobby Keys y sus soplidos de saxo, como el recital anterior.
11.Luego vino la presentación de la banda. Era casi los mismos de la otra vez: el tecladista Leavell, los dos negros coristas, otro corista (y músico) invitado de pelo medio rastra, muchos trompetistas y Bobby Keys, y Darryl Jones en bajo. Luego Mick presentó a Ronnie, Charlie (no tan ovacionado esta vez como Keith) y a Keith que se quedó haciendo su bloque solista.
12.(Reggae): un tema medio reggae, que pensé que probablemente era de alguno de sus discos solistas. La gente no parecía conocerlo, así que dudo que sea uno de Bridges to Babylion.
13.Wanna hold you: un r’n’r con todo el estilo Richards, esta vez sí de Brigdes to Babylion.
14.Después sucedió lo increíble: del escenario principal salió un puente levadizo de 25 mts que se conectaba con el escenario del medio. Los Stones atravezaron el puente por encima de nosotros, y ahí empezaron las grandes avalanchas. Pudimos acercarnos bastante al escenario pero era impresionante las avalanchas. El escenario se podía ver desde todos los costados, cada Stone tocaba mirando a un lado distinto y Jagger recorría todas las puntas. A nosotros nos había tocado la punta de Darryl Jones y Charlie Watts (lo veíamos de costado, parecía increíble) pero también veíamos a Richards y a Jagger cuando pasaba por nuestro lado. Ahí tocaron:
15.Little Quennie: nunca entendí por qué eligieron ese tema de Chuck Berry. Me gusta, pero muchos otros me gustan más.
16.I just want to make love to you: en versión super-blusera, no la reconocí hasta la mitad de la canción. Pero me encantó que tocaran un blues en ese tipo de escenario, con todos los movimientos de Keith y todo eso.
17.Like a Rolling Stone: locura general y la sensación de que si el sábado llego a ver lo mismo con Dylan, en ese escenario, me muero. Cuando terminó volvieron al escenario principal (no por el puente sino por un pasillo) y ya había empezado a sonar la introducción de:
18.Sympathy for the devil: empezaba la bola de hits.
19.Tumbling Dice: la gente no cantaba ni saltaba tanto como las otras veces. Este es uno de mis temas favoritos.
20.Honky Town Women: ahí Mario me dijo: “Acá se armá el descontrol”. Yo me saqué la remera pero la verdad es que estuvo bastante calmo. Keith hizo el solo de teclados igualito que la vez anterior.
21.Start me up: esta sí, hipercantada por todos. Ahí explotó una bomba de papelitos brillantes marrones que volaban por todo el estadio, todo bastante festivo.
22.Jumping Jack Flash: final del recital y con explosiones en el escenario.
23.Y los bises:
24.You can’t always get what you want: otro clásico que nunca había escuchado en vivo.
25.Brown sugar: esta vez sí con agitadas de remeras y toda la onda, y explosiones y fuegos artificiales al final.
Estuvo muy bueno, obviamente los Stones siempre están muy buenos. Pero fue distinto al 95, no fue tan eufórico. Con Mario no nos separamos por primera vez, y tampoco resultamos tan transpirados (quizá fue que no hacía tanto calor, quizá que no fuimos tan adelante, no sé).
Salimos rápido, por no habernos perdido. Estábamos medios apretados y algunos jodían haciendo mugidos, como que éramos vacas. Agarramos a Dolores y no tuvimos mucho embotellamiento y fuimos a lo de Mario. Estacionamos y cometimos la boludez de caminar como 8 cuadras buscando un kiosco abierto para comprar una lata. Después yo me volví escuchando a los Stones con todo, y pensando que raros son los acontecimientos que estoy viviendo últimamente.

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