miércoles, 23 de febrero de 2011

¡Gracias Keith!

Me preparaba para un fin de semana solitario y amargado, porque varios de los hilos de coser que me mantenían contento se cortaron. Sabía que mi cabeza me iba a joder. Pero el viernes, entré en una librería, sin buscar nada en especial, y vi que había salido en castellano la autobiografía de Keith Richards, Life. De inmediato miré a un cielo imaginario y dije: “¡Gracias Dios! Esto es JUSTO lo que necesitaba para este fin de semana”. Lo compré sin preguntar el precio. Cuando estaba en la cola, y vi que era importado de España, me pregunté “¿No me lo cobrarán $ 250, no?”, pero igual lo iba a comprar. Salía la bicoca de $ 90.


El sábado a la noche tuve un chivito, el cual disfruté con buen vino, y luego vomité TODO (pero TODO, eh) en mi inodoro. Me sentí la envidia de las bulímicas.

Pero entre el viernes y hoy me devoré las memorias de Keith. No hay muchas novedades para los que venimos leyendo libros sobre los Stones desde hace 20 años, pero está buenísima igual. Solo recordé muchas historias gloriosas de rock’n’roll que ya sabía, y aprendí algunas cosas nuevas sobre la personalidad de Keith, por ejemplo que es absolutamente sensible y educado con las damas. Al parecer, siempre le gustaron más las drogas que coger. También supe que lo del “cambio de sangre” eran mentiras. Todo esto me llevó a volver escuchar muchísimos discos de los Stones, y eso me levantó mucho el ánimo. ¡Amo los Rolling Stones! Agradezco a mí mismo haber conocido Londres, porque así me ubico mejor en todas estas biografías.

Dejo la frase con la que empieza el capítulo 2, y el índice del libro:

“Durante muchos años he dormido, como media, dos veces semana, lo que significa que me he mantenido consciente a lo largo de unas tres vidas”.

Capítulo I: En el que me detienen unos policías en Arkansas durante la gira norteamericana de 1975 y se llega a un punto muerto.

Capítulo II: Hijo único en las marismas de Dartford. Vacaciones en Dorset con mis padres, Bert y Doris. Aventuras con mi abuelo Gus y el señor Thompson Wooft. Gus me enseña a tocar mi primera melodía con una guitarra. Aprendo a recibir palizas en la escuela y después venzo al matón de la Dartford Tech. Doris me entrena los oídos con Django Reinhardt y descubro a Elvis en Radio Luxemburgo. Paso de niño de coro a escolar rebelde y me expulsan.

Capítulo III: Voy a una escuela de arte que en realidad es mi escuela de guitarra. Primera actuación en público y acabo la noche con una chica. En la estación de Dartfod encuentro a Mick con sus discos de Chuck Berry bajo el brazo. Empezamos a tocar: Little Boy Blue y los Blue Boys. Conocemos a Brian Jones en el Ealing Club. Consigo la aprobación de Ian Stewart en el Bricklayers Arms y los Stones nacen en torno a él. Queremos que Charlie Watts se una a la banda, pero no nos lo podemos permitir.

Capítulo IV: Mick, Brian y yo en Edith Grove, verano del 62. Aprendemos el blues de Chicago. Marquee, Ealing Club, Crawdaddy Club. Guerra de guerrillas con los tradicionalistas del jazz. Llega Bill Wyman con su Vox. Desmadre en el Station Hotel. Charlie se sube al carro. Andrew Loog Oldham nos consigue un contrato con Decca. Primera gira por el Reino Unido con los Everly Brothers, Bo Diddley y Little Richard; nuestra música se desvanece entre broncas y chillidos. Los Beatles nos pasan una canción. Andrew nos encierra a Mick y a mí en una cocina y componemos nuestro primer tema.

Capítulo V: Primera gira por Estados Unidos. Conocemos a Bobby Keys en la Feria Estatal de San Antonio. Chess Records, Chicago. Conozco a la futura Ronnie Spector y vamos al Apollo de Harlem. De vuelta a casa, la prensa (y Andrew Oldham) crean nuestra imagen popular: melenudos, irrespetuosos y sucios. Mick y yo componemos una canción que podemos tocar con los Stones. Vamos a Los Ángeles y grabamos con Jack Nitzche en RCA. Escribo “Satisfaction” dormido y conseguimos nuestro primer número uno. Allen Klein se convierte en nuestro manager. Linda Keith me rompe el corazón. Compro mi casa de campo, Redlands. Brian empieza a desmoronarse y conoce a Anita Pallenberg.

Capítulo VI: Nos agarra la policía en Redlands. Huimos a Marruecos en mi Bentley. Escapada con Anita Pallenberg. Primera aparición ante un juez; paso una noche en la cárcel de Scrubs y el verano en Roma.

Capítulo VII: A finales de los sesenta descubro la afinación abierta y la heroína. Conozco a Gram Parsons. Viaje en barco a Sudamérica. Soy padre. Grabamos “Wild Horses” y “Brown Sugar” en Muscle Shoals. Sobrevivimos a Altamont y reencuentro a un saxofonista llamado Bobby Keys.

Capítulo VIII: Nos marchamos a Francia en la primavera de 1971 y alquilo Nellcote, una mansión en la Riviera. Mick se casa en Saint-Tropez. Montamos un estudio móvil en un camión para grabar Exile On Main St. y empezamos a hacer un horario de grabaciones nocturnas que resulta muy prolífico. Vamos a desayunar a Italia en una lancha fueraborda. Agarro el ritmo con la guitarra de cinco cuerdas. Aparece Gram Parsons y Mick se pone celoso. Me aíslo con las drogas y nos agarra la policía. Veo por última vez a Gram en Los Ángeles, pasamos un tiempo juntos y me engancho seriamente con mierda de segunda. Huyo a Suiza con Anita para hacer una cura, afronto los horrores del mono y escribo “Angie” mientras me recupero.

Capítulo IX: Nos embarcamos en la gran gira de 1972: el doctor Hill abre su maletín de médico y Hugh Hefner nos invita a su casa. Conozco a Freddie Sessler. Nos mudamos a Suiza y luego a Jamaica. Bobby Keys y yo nos metemos en líos mientras estamos de gira y nos salva el Rey de la Piña de Hawai. Me compro una casa en Jamaica; Anita acaba en la cárcel y expulsada del país. Muere Gram Parsons y a mí me incluyen en la lista de quienes seguirán su camino. Ronnie Wood se une a la banda.

Capítulo X: Marlon se convierte en mi compañero de gira. Muere nuestro hijo Tara. Nos vamos a vivir con John Phillips y su familia a Chelsea. Me trincan en Toronto y me acusan de tráfico de drogas. Dejo la heroína con la ayuda de una caja negra y el Jack Daniel’s. Los Stones graban Some Girls en París. Conozco a Lil Wergilis, que me ayuda a desengancharme. Me conceden la condicional en 1978 a cambio de dar un concierto para ciegos. El novio de Anita se pega un tiro jugando a la ruleta rusa; ella y yo finalmente nos separamos.

Capítulo XI: En el que conozco a Patti Hansen y me enamoro. Sobrevivo a una desastrosa primera visita a sus padres. Se va fraguando el desencuentro con Mick. Me peleo con Ronnie Wood y recupero a mi padre al cabo de veinte años. La historia de Marlon sobre las mansiones estilo Gran Gatsby de Long Island. Boda en México.

Capítulo XII: Tratos ocultos, intrigas y artimañas. Estalla la Tercera Guerra Mundial entre los glimmer twins. Me alío con Steve Jordan y ruedo una complicada película con Chuck Berry; luego me lo monto por libre y formo los X-Pensive Winos. Reunión con Mick en Barbados; Voodoo, el gato redimido y su salón; renacimiento de los Stones y comienzo de las megagiras con Steel Wheels, Bridges To Babylon y cuatro canciones con relatos paralelos.

Capítulo XIII: Grabo con los Wingless Angels en Jamaica. Montamos un estudio en mi casa de Connecticut y me rompo unas cuantas costillas en la biblioteca. Una receta de salchichas con puré de papas. Safari en África con resaca. A Jagger lo nombran caballero y volvemos a componer juntos. Paul McCartney aparece por la playa. Me caigo de una rama y me doy un golpe en la cabeza. Operación de cerebro en Nueva Zelanda. Piratas del Caribe, las cenizas de mi padre y la última crítica de Doris.

No hay comentarios.: