domingo, 19 de febrero de 2012

Un Recuerdo Con M

Algunos de los momentos más felices de mi vida transcurrieron junto a una chica llamada M. Creo que M está en el Top 3 de la chicas que más quise. M tenía una historia rara. Había nacida en Francia, por parto natural, hija de una argentina y un brasilero, ambos exiliados por las dictaduras. Ahora vivía en Vicente Lopez, donde su mamá se había casado con un médico argentino que creo que se había dado cuenta de poner una fábrica de jeringas descartables cuando el SIDA recién había empezado (poco clara la tenía). En su manzana, en Vicente Lopez, vivían 2 o 3 de Les Luthiers. Nos habíamos hecho amigos gracias a Internet y a que ella era tan enfermita como yo de Beatles y Charly García. Viéndolo en retrospectiva, creo que su hermano (que vivía en Francia) la había iniciado en esas cuestiones, y me tomó como un reemplazante para el dolor que le producía estar tan lejos de él (aunque iba a verlo seguido.)


Podría contar mil historias con M, porque fue un tiempo lleno de anécdotas memorables. Algunas ya los conté. Por ejemplo acá. Pero hoy me voy a retrotraer a una noche que salimos en Vicente Lopez, cerca del río. Había miles de personas, y picadas de autos, y pibes bailando capoeira (M bailaba en el teatro San Martín, y ahora hace como 10 años que vive en Brasil, adonde fue a estudiar danza porque ahí la tienen más clara.) De repente, cerca del río, me acosté en el pasto, y ella se acostó arriba mío, y cantamos juntos todas las letras del disco Artaud, de Pescado Rabioso 1973, face to face. Las cantamos todas, desde el “Cuida bien al niño” de Todas Las Hojas Son Del Viento, hasta “las habladuarías del mundo no pueden atraparnos”, pasando por la Cantata y por la parte de “She loves you, yeah yeah yeah” de Starosta. A veces nos confundíamos y nos corregíamos mutuamente. Aunque yo sabía que faltaba poco para separarnos, mientras cantábamos “por tu living o fuera de allí no estás” yo sabía que estaba viviendo unos de los momentos más importantes de mi vida, “el nacimiento de mis nostalgias” (© Gabriel García Marquez).

Muchos años después, vi que había grupos Facebook que se llaman algo así como “Cantar Artaud desde el inicio al fin.”

Separarme de M fue tan doloroso para mí, que tuve que hacerme una trampa mental para zafar. Su nombre, brasilero, tenía una i con dos puntitos arriba. Yo era experto en el alt cientosesenta y pico (creo), que escribía la i con dos puntitos arriba, porque escribía su nombre seguido. Entonces me dije: “Cuando no me acuerde cómo mierda se escribe la i con dos puntitos arriba, ese día habrá parado el dolor”. Cada tanto probaba, y me seguía acordando, hasta que un día, como 5 años después, probé y no me acordé, y supe que el dolor había pasado. El dolor siempre pasa.

Bueno, MaøûùÿÖÜø£Ø׃áíóúñѪº¿®¬½¼òöôÆæÉÅÄìîïara, si por casualidad leés esto, sabé que te mando un beso y te recuerdo con mucho cariño.






No hay comentarios.: